El presidente del Parlamento armenio, Alen Simonyan, destaca que reabrir las rutas de transporte con Turquía y Azerbaiyán abrirá nuevas oportunidades económicas y fortalecer la conectividad regional en el Cáucaso Sur.
El presidente del Parlamento armenio, Alen Simonyan, destacó recientemente la importancia de reabrir las rutas de transporte con Turquía y Azerbaiyán, subrayando que esta medida podría ser clave para revitalizar la conectividad regional y abrir nuevas oportunidades económicas para Armenia y sus vecinos. Durante su intervención en la 64ª sesión plenaria de la Asamblea General de la PABSEC en Ereván, Simonyan presentó el programa “Encrucijadas de paz”, un esfuerzo gubernamental diseñado para transformar la infraestructura de transporte de la región y promover la cooperación entre los países del Cáucaso Sur.
En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, el gobierno armenio ha lanzado el programa “Encrucijadas de paz”, el cual busca cambiar el paradigma de las relaciones regionales, pasando de la confrontación a la cooperación.
Según Simonyan, este programa tiene como objetivo desbloquear las rutas de transporte que conectan el Golfo Pérsico, el Mar Caspio y el Mar Negro, con el fin de mejorar la conectividad entre Europa y Asia. Esta estrategia se centra en crear una red de transporte equitativa e inclusiva, crucial para el bienestar económico de la región.
Como un país sin litoral, Armenia se enfrenta a desafíos significativos en cuanto a su acceso directo a los mercados internacionales. Sin embargo, la apertura de rutas de transporte con Turquía y Azerbaiyán ofrecería a Armenia una plataforma estratégica para restablecer su papel en el tránsito internacional de mercancías. En este sentido, Simonyan destacó que una conectividad regional más fuerte no solo facilitaría el comercio, sino que también podría estimular el desarrollo económico en el Cáucaso Sur.
Simonyan también subrayó la relevancia de las iniciativas de la PABSEC, como la “Autopista de Circunvalación del Mar Negro” y las “Rutas Marítimas”. Estas iniciativas, que forman parte de los esfuerzos para mejorar la resiliencia de la infraestructura de transporte, podrían desempeñar un papel clave en el futuro de la conectividad regional.
La reactivación de los vínculos comerciales y de transporte en el Cáucaso Sur abriría nuevas perspectivas para mejorar la infraestructura, al tiempo que facilitaría el intercambio cultural entre los países de la región, basándose en los principios de soberanía, integridad territorial e igualdad entre los estados.
La apertura de vínculos de transporte con Turquía y Azerbaiyán no solo representa una oportunidad económica para Armenia, sino también una vía para consolidar la paz y la cooperación regional. Como señaló Simonyan, este enfoque podría transformar la región en un eje clave para el comercio y el desarrollo, beneficiando tanto a Armenia como a sus vecinos y creando un entorno de respeto mutuo y prosperidad compartida.
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