En un nuevo paso hacia la consolidación de su giro estratégico, Armenia profundiza sus vínculos militares con la OTAN y Estados Unidos en medio de un proceso de reformas estructurales en el sector defensa y en un contexto regional extremadamente volátil. En las últimas 48 horas, altos funcionarios del Ministerio de Defensa de Armenia mantuvieron reuniones clave con representantes del Comando Conjunto de la OTAN en Brunssum y de la Embajada de EE.UU. en Ereván, incluyendo al nuevo agregado de Defensa estadounidense, coronel Matthew Crow.
El Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Armenia, teniente general Edward Asryan, recibió el 10 de julio al subjefe del Estado Mayor del Mando Conjunto de las Fuerzas de la OTAN en Brunssum, teniente general John Meade, con quien abordó temas de cooperación bilateral, interoperabilidad y preparación operativa.
Un día después, el ministro de Defensa armenio, Suren Papikyan, mantuvo una reunión oficial con la embajadora de Estados Unidos en Armenia, Christina Quinn, y el agregado de Defensa recientemente designado, coronel Matthew Crow, con quienes discutió el progreso de las reformas en el sector defensa, el fortalecimiento institucional de las Fuerzas Armadas y las implicancias de seguridad regional.

EE.UU. reafirma su apoyo a la transformación del sistema de defensa armenio
Durante el encuentro en el Ministerio de Defensa, Papikyan felicitó al coronel Crow por su nombramiento y subrayó la importancia de la continuidad y profundización de la cooperación estratégica con Estados Unidos, especialmente en áreas como capacitación de oficiales, modernización logística, y defensa cibernética.
“La parte estadounidense reafirmó su compromiso de seguir apoyando las reformas de defensa en Armenia, destacando la voluntad de Washington de colaborar en la construcción de un sistema de defensa nacional más resiliente y moderno”, indicó el Ministerio de Defensa en su comunicado oficial.
Los interlocutores también intercambiaron opiniones sobre la seguridad regional e internacional, en un momento en que Armenia busca equilibrar su política exterior ante el deterioro de su relación con Rusia y las crecientes amenazas de Azerbaiyán.
Armenia reconfigura sus alianzas militares en medio de un nuevo equilibrio regional
Estas reuniones se enmarcan en una nueva doctrina de defensa promovida por el gobierno de Nikol Pashinyan, basada en la diversificación de alianzas estratégicas, el distanciamiento gradual del paraguas de seguridad ruso —evidenciado por el congelamiento de su participación en la OTSC— y una apertura cada vez más visible hacia Occidente.
La visita del alto mando de la OTAN, especialmente desde el Comando de Brunssum, uno de los núcleos operativos clave de la Alianza Atlántica en Europa, marca un hito simbólico y operativo en la relación Armenia-OTAN. Armenia mantiene relaciones formales con la OTAN desde los años 90 a través del Programa de Asociación para la Paz, pero en los últimos dos años ha incrementado su participación en ejercicios conjuntos y ha abierto el debate sobre su rol geoestratégico en el Cáucaso Sur.
Una señal clara hacia Moscú y Bakú
Estas acciones de política exterior militar envían una señal inequívoca tanto a Moscú como a Bakú. Armenia busca garantizar su seguridad mediante nuevas alianzas en un escenario postguerra en Karabaj, caracterizado por la retirada rusa, el vacío de seguridad y la amenaza permanente de nuevas agresiones azerbaiyanas.
Además, estas reuniones coinciden con una creciente presión interna contra sectores conservadores y estructuras aliadas a Moscú, como parte de una reorientación estratégica más profunda del Estado armenio, que incluye desde reformas eclesiásticas hasta la nacionalización de sectores clave como la energía.
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