El gobierno de Armenia ha aprobado un ambicioso paquete legislativo que propone cambios en la normativa del servicio militar obligatorio, con el objetivo de ofrecer alternativas más flexibles y económicamente accesibles para los jóvenes que desean cumplir con su deber patriótico. La iniciativa, presentada por el diputado Hayk Sargsyan del partido «Contrato Civil», contempla la posibilidad de realizar servicios de un mes por AMD24 millones y cuatro meses por AMD18 millones, en lugar del tradicional servicio de dos años.
El proyecto de ley busca responder a las altas tasas de evasión y exenciones del servicio militar, donde estadísticas recientes muestran que más del 80% de las solicitudes de aplazamiento se deben a problemas de salud. Según el ministro de Defensa, Suren Papikyan, estas cifras reflejan una necesidad urgente de nuevas soluciones, y la propuesta busca “pagar los salarios de dos soldados contratados durante cinco años y la bonificación de 5 millones de drams acordada por el gobierno”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan, sostiene que la iniciativa puede ser una vía para reducir la emigración juvenil, ya que una de las causas principales es el temor al servicio en el ejército. Mirzoyan afirma que siempre han existido alternativas, como la educación o la salud, para evitar el conflicto y que “la sociedad y los gobiernos han hablado del problema durante años sin soluciones concretas”. El objetivo, señala, es “tener valor para buscar una vía efectiva” y no abandonar el problema sin resolver.

Sin embargo, esta propuesta también ha generado fuertes críticas. La oposición en el Parlamento, como el secretario de la facción «Tengo Honor», ha alertado sobre el riesgo de profundizar la desigualdad social. Argumentan que “los que tengan recursos económicos podrán pagar por eludir un servicio largo y oneroso, mientras que los más pobres tendrán que cumplir los meses de entrenamiento obligado sin opción de pago”. Politólogos y defensores de derechos humanos advierten que esto puede crear una polarización social aún mayor y agravar la brecha entre clases en el país.
Como informara SoyArmenio.com, por su parte, el gobierno justifica la propuesta apuntando que el aumento de la edad máxima de servicio, de 27 a 32 años, permitirá reducir el número de falsos enfermos y casos de exenciones fraudulentas, además de ofrecer una alternativa viable para quienes no desean o no pueden cumplir con el servicio tradicional. La iniciativa será próximamente discutida en la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional, y se espera su aprobación definitiva en los próximos meses.
Este debate refleja la profunda crisis y el desafío del servicio militar en Armenia, una problemática que afecta desde hace décadas a miles de jóvenes, motivada por la percepción del servicio obligatorio como un problema social y económico. La propuesta busca una solución innovadora, aunque plantea también importantes cuestiones sobre equidad y justicia social.
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