Desde su implementación en 2019, el Programa de Construcción de Naves Inteligentes para la Ganadería ha permitido la edificación de 58 instalaciones con apoyo estatal en Armenia. Sin embargo, pese al aparente progreso, el Gobierno ha iniciado una revisión del programa al considerar que no ha alcanzado sus objetivos estratégicos, según se debatió en la más reciente sesión del Gabinete.
Incremento de la financiación y mejoras al programa
El viceministro de Economía, Arman Khojoyan, informó que se están introduciendo cambios para mejorar el impacto del programa. Entre ellos, el aumento del presupuesto estimado por instalación de 35 a 46 millones de drams armenios, de los cuales los ganaderos podrán recibir una compensación del 50 %, es decir, 23 millones de drams en lugar de los anteriores 17,5.
Además, se establecieron condiciones preferenciales para asentamientos fronterizos, cooperativas y grupos sociales vulnerables, quienes podrán acceder a una compensación del 70 %. Para proyectos de reconstrucción, la tasa de ayuda será del 25 %, que asciende al 45 % en zonas fronterizas.
Incentivos para la cría de ganado de pedigrí y cambios en el acceso al crédito
Un nuevo componente del programa apoyará la ganadería de pedigrí. Los beneficiarios con una nave inteligente podrán recibir un reembolso del 30 % por la compra de hasta 25 animales de raza, y del 40 % si se adquieren más de 25.
El programa incluye también un componente crediticio, mediante el cual el Gobierno subsidia el 10 % de la tasa de interés de los préstamos otorgados a los ganaderos, con un período de gracia extendido a 18 meses (anteriormente era de 12). En zonas fronterizas, el interés de los préstamos es completamente subvencionado.
“Ambos programas están dirigidos exclusivamente a personas jurídicas”, recalcó Khojoyan.

Balance de resultados y críticas del Primer Ministro
Como informara SoyArmenio.com, hasta la fecha, se han construido 58 naves y se han importado 2.400 animales de raza. El gobierno ha compensado 925 millones de drams por construcciones ganaderas, y 587 millones de drams por subsidios de préstamos vinculados a la cría de ganado.
No obstante, el primer ministro Nikol Pashinyan cuestionó la eficacia del programa:
“No nos desagrada la construcción de 58 establos. Pero esa no era nuestra idea original. Esto demuestra que el programa no está funcionando”.
Pashinyan también criticó la eliminación del componente destinado a instalaciones para 10-15 cabezas de ganado, apuntando a una falla en los esfuerzos por apoyar a los pequeños productores:
“Desde 2018, hemos intentado implementar programas significativos para los más pequeños, con la esperanza de apoyarlos. Pero no hemos recibido respuesta. Todos nuestros intentos están fracasando. Necesitamos entender qué debemos hacer. No nos guiaremos por las soluciones habituales”.
Una encrucijada para el desarrollo rural
Las declaraciones del primer ministro reflejan una preocupación estructural sobre el impacto real de las políticas rurales en Armenia, donde muchos agricultores acumulan deudas sin ver resultados tangibles.
“El Gobierno ha tomado decenas de decisiones. Sin embargo, estas decisiones no están funcionando”, concluyó Pashinyan, abriendo la puerta a una posible reorientación del modelo de apoyo estatal al sector agrícola.
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