El plan busca mejorar la resiliencia climática, apoyar la agricultura rural y garantizar el acceso al agua en comunidades marginadas
En un paso decisivo hacia el desarrollo rural sostenible, Armenia, con el respaldo del Banco Mundial, ha puesto en marcha un programa de US$435 millones orientado a modernizar el sistema de abastecimiento de agua y riego en regiones rurales del país.
El proyecto, denominado Programa de Mejoramiento de los Servicios de Agua y Riego (2025-2031), se implementará en dos fases y abordará desafíos urgentes vinculados al cambio climático, la pobreza rural y el deterioro de las infraestructuras hídricas.
Financiamiento multilateral y alcance nacional
La primera fase del programa, recientemente aprobada por el Directorio Ejecutivo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), contempla un préstamo inicial de $80 millones, acompañado de un cofinanciamiento adicional de $185 millones por parte de la Agencia Francesa de Desarrollo, la Unión Europea y el Gobierno de Armenia. En total, $330 millones serán canalizados a través del BIRF.
“El programa prevé reformas integrales en la gestión del recurso hídrico. Abarca tanto la modernización de los sistemas de riego como la ampliación del suministro confiable de agua potable en zonas rurales seleccionadas”, señaló Carolyn Gegenat, jefa de la oficina del Banco Mundial en Ereván.
Armenia y el Banco Mundial lanzan un programa de $435 millones para modernizar el sistema de agua potable y riego en zonas rurales
Un impulso a la agricultura y a la equidad territorial
Aunque Armenia ha mantenido un crecimiento económico sostenido, las tasas de pobreza siguen siendo elevadas en sectores rurales. Según el Banco Mundial, la agricultura sigue siendo un pilar del empleo y sustento de miles de familias, pero enfrenta serios obstáculos debido al mal estado de los sistemas de riego y la falta de acceso a agua potable tratada.
Actualmente, más de 650.000 personas en 579 asentamientos rurales no cuentan con servicios centralizados de abastecimiento de agua y dependen de infraestructuras obsoletas como tuberías informales o manantiales no tratados, fuera del marco legal de los contratos de arrendamiento del agua.
“Estas inversiones no solo garantizarán agua segura y sostenible, sino que también aumentarán la productividad agrícola y fortalecerán la resiliencia climática del país”, destacó Gegenat.
Zonas de intervención y componentes del programa
El proyecto priorizará las regiones de Ararat, Armavir, Kotayk, Aragatsotn, Shirak y Tavush, donde se instalarán infraestructuras modernas de riego y se garantizará el acceso a agua potable gestionada profesionalmente. Además, se fortalecerá la capacidad institucional de las organizaciones de usuarios de agua, con especial énfasis en la participación femenina en la gobernanza.
La primera fase, que se extenderá por seis años, será implementada por el Comité de Agua del Ministerio de Administración Territorial e Infraestructuras. También se contempla la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático, en línea con los compromisos internacionales de Armenia.
Apoyo histórico del Banco Mundial
Desde 1992, el Banco Mundial ha aportado más de $3.000 millones a Armenia a través de préstamos de inversión, donaciones y asistencia técnica. La actual cartera activa del BIRF, junto con la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y los fondos fiduciarios, asciende a unos $400 millones.
“Estamos comprometidos con un desarrollo que sea sostenible, equitativo y resiliente. Este programa es una inversión en el futuro de las comunidades rurales de Armenia”, concluyó el Banco Mundial en su comunicado oficial.
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