Milkes Malakkian
Armenia e Irán dieron un nuevo paso en su cooperación regional con el acuerdo para levantar un segundo puente sobre el río Arax, en la frontera de Noraduz. La decisión fue anunciada por el ministro iraní de Carreteras y Desarrollo Urbano, Farzaneh Sadegh, durante su visita oficial a Ereván como parte de la delegación encabezada por el presidente iraní.
“Estos pasos facilitarán el trabajo de los transportistas y constituirán un paquete integral de tránsito. El paquete se completará en los próximos meses”, señaló Sadegh en declaraciones a la agencia Tasnim.
Un corredor vital entre el Golfo Pérsico y el Mar Negro
El acuerdo incluye no solo la construcción del nuevo puente, sino también la reconstrucción del actual paso fronterizo, la modernización de las terminales aduaneras y la revisión de los peajes para camiones. Según Sadegh, el objetivo es mejorar la fluidez del tránsito comercial en la frontera y consolidar el papel de Armenia como enlace estratégico.
El ministro iraní subrayó la importancia del proyecto ferroviario que conectará el Golfo Pérsico con el Mar Negro, una ruta que podría transformar el mapa logístico del Cáucaso. En Irán, la carretera ya llega hasta Julfa, mientras que la ruta Julfa-Ereván recibió luz verde en ambas capitales.
“Se está prestando especial atención a los proyectos ferroviarios, porque son la clave de una integración regional sostenible”, afirmó Sadegh.
Impacto regional y proyección geopolítica
El puente sobre el Arax es mucho más que infraestructura: representa un mensaje político en un momento de tensiones con Azerbaiyán y Turquía. Para Teherán y Ereván, la obra refuerza su capacidad de resistir presiones externas y de abrir corredores alternativos que reduzcan la dependencia del paso por Georgia.
El analista armenio Armen Petrosyan recordó que este corredor forma parte del plan de conectar Irán con el Mar Negro a través de Armenia y Georgia, lo que permitiría a Irán “ampliar su salida comercial hacia Europa en un escenario de sanciones internacionales”.
El proyecto, diseñado inicialmente en 2023, se acelera ahora en paralelo a los intentos de Azerbaiyán de presionar por un corredor hacia Najicheván, rechazado por el gobierno armenio.
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