Armenia duplica los impuestos sobre las apuestas en un esfuerzo por regular la industria del juego y combatir la ludopatía. La ley entrará en vigor en abril de 2025 y busca recaudar millones en ingresos adicionales.
El Parlamento de Armenia ha aprobado un proyecto de ley que duplica los impuestos sobre las apuestas como parte de un esfuerzo por regular y combatir la ludopatía en el país. La nueva ley, que entrará en vigor el 1 de abril de 2025, busca aumentar la recaudación fiscal del sector de juegos de azar y reducir las tasas de adicción al juego, un problema creciente en la sociedad armenia.
Antes de la implementación de esta ley, las empresas que operaban apuestas deportivas en Armenia debían pagar 50 millones de drams (aproximadamente 126.000 dólares) por cada 50.000 millones de drams en apuestas. En contraste, con la nueva ley, las empresas de apuestas deportivas deberán abonar 100 millones de drams (253.000 dólares) por la misma cantidad de apuestas. Por su parte, los casinos en línea deberán pagar 350 millones de drams (886.000 dólares) por cada 100.000 millones de drams en apuestas.
Este aumento no es la última medida prevista en el sector. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, ha afirmado que el gobierno no descarta nuevos aumentos en los impuestos, que podrían triplicarse, cuadruplicarse o incluso quintuplicarse en los próximos años, dependiendo de la efectividad de las políticas y la creación de un organismo de supervisión.
La medida tiene como objetivo recaudar alrededor de 13.000 millones de drams adicionales (más de 32 millones de dólares) anualmente para el gobierno. Según Hayk Sargsyan, el autor del proyecto de ley y diputado del partido gobernante, este aumento en los impuestos sobre las apuestas podría haber tenido un impacto significativo en la economía nacional. Si ese dinero se hubiera dirigido a sectores más productivos, el PIB de Armenia podría haber crecido entre un 10 y un 15%, lo que también habría impulsado los ingresos estatales.
Una de las iniciativas clave de la ley es la creación de un organismo de supervisión del juego, encargado de regular y monitorear todas las actividades de las casas de apuestas, los casinos en línea y las plataformas de apuestas deportivas. Este organismo vigilará las operaciones financieras, haciendo un seguimiento del número de apuestas, las ganancias y los impuestos de las empresas del sector.
El objetivo es mejorar la transparencia y eficiencia del sector, que actualmente se basa en datos autodeclarados por los operadores de juegos de azar. Además, el gobierno pretende introducir mecanismos de identificación para restringir el acceso de ciertos grupos vulnerables, como los beneficiarios de asistencia social, a las plataformas de apuestas.
El gobierno armenio ha reconocido que el juego en línea y las apuestas deportivas han tenido graves consecuencias sociales, como el aumento de los casos de suicidio relacionados con las pérdidas por juego. En 2024, más de la mitad de los suicidios en el ejército armenio estuvieron vinculados a las deudas por apuestas. Por ello, se espera que las nuevas medidas fiscales y el organismo de supervisión ayuden a mitigar los efectos destructivos del juego en la sociedad.
A pesar de la creciente preocupación sobre los efectos negativos del juego, Pashinyan ha subrayado que el gobierno no tiene la intención de prohibir por completo las apuestas. En cambio, el enfoque está en endurecer las políticas fiscales y establecer un marco regulatorio robusto que permita controlar mejor la industria del juego.
Por el momento, Armenia sigue enfrentando el desafío de balancear la libertad económica con la necesidad de proteger a los ciudadanos más vulnerables de los riesgos asociados con el juego. Las reformas en curso, como el aumento de los impuestos y la supervisión del sector, buscan crear un entorno más controlado y seguro.
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