El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, ha afirmado que reformar el ejército bajo el lema de Ararat y la Armenia histórica puede dificultar la cooperación militar y la adquisición de armas modernas por parte del país. Estas declaraciones, recogidas por Armenpress, fueron realizadas en una entrevista a la televisión pública, donde abordó cuestiones fundamentales de seguridad nacional y la importancia de un discurso pragmático.
“Una cosa es decir: ‘Estoy reformando mi ejército porque Ararat es mío y debo recuperarlo’. Otra cosa muy diferente es afirmar: ‘Estoy reformando el ejército porque Aragats es mi territorio soberano reconocido internacionalmente, y tengo derecho a garantizar la seguridad, independencia, soberanía e integridad territorial de Armenia’”, explicó Pashinyan.
El primer ministro destacó que el uso del discurso de Ararat y la Armenia histórica en las reformas militares podría limitar el acceso del país a tecnología militar avanzada y armas modernas. “En ese contexto, sólo nos venderán armas obsoletas o en desuso. Algunas serán donadas y otras vendidas, pero todas destinadas al desecho. Esto ha sido parte de nuestra experiencia pasada y no podemos permitir que continúe”, señaló.
La importancia de un discurso pragmático
Pashinyan enfatizó la necesidad de adoptar un enfoque racional y alineado con la realidad internacional para garantizar la seguridad del Estado y de sus ciudadanos. A su juicio, el discurso centrado en Aragats, como territorio reconocido internacionalmente, no solo refuerza la legitimidad de Armenia en el plano diplomático, sino que también facilita la colaboración militar con otros países.
“El discurso de Ararat y Aragats busca abordar problemas prácticos y superar las limitaciones impuestas por la cosmovisión y la psicología social. Debemos reformular nuestra narrativa para asegurar el apoyo internacional en nuestras iniciativas de defensa”, explicó.

Un cambio estratégico para el futuro
El primer ministro también subrayó la urgencia de definir una estrategia militar coherente y viable. Según Pashinyan, mantener discursos que no se alinean con las realidades geopolíticas actuales pone en riesgo la independencia de Armenia. “Si seguimos atrapados en esta retórica, perderemos nuestra soberanía de manera gradual y, lo que es peor, sin darnos cuenta”, advirtió.
El gobierno armenio, según el mandatario, trabaja bajo una premisa clara: garantizar la seguridad de sus ciudadanos y fortalecer la capacidad defensiva del país en función de sus intereses soberanos reconocidos internacionalmente. Este enfoque, según Pashinyan, es esencial para construir un ejército preparado para los desafíos del siglo XXI.
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