En una decisión que podría tensar aún más las relaciones con Rusia, las autoridades de Armenia se negaron a extraditar al desertor Semyon Subbotin, un militar ruso de 25 años que huyó del país tras negarse a participar en la guerra contra Ucrania. El joven desertor fue liberado en Ereván, luego de que activistas de derechos humanos alertaran sobre un intento extrajudicial de deportación por parte de agentes rusos.
Subbotin, exoperador de radio-artillero de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia en la ciudad de Teikovo, región de Ivánovo, salió de Rusia en septiembre de 2024 con la ayuda del proyecto antibélico ruso «Ve al Bosque», una red de apoyo que brinda asistencia a soldados que se niegan a combatir en Ucrania.
Intento ilegal de repatriación por parte de militares rusos
Según relató el medio independiente Novaya Gazeta Evropa, Subbotin fue arrestado brevemente por la policía armenia tras notificarse que figuraba en la lista interestatal de personas buscadas por el delito de «abandono no autorizado de unidad militar» (artículo 337 del Código Penal ruso). La detención tenía un plazo de 72 horas para evaluar la procedencia de una eventual extradición.
No obstante, en lugar de un pedido formal de extradición, miembros de las fuerzas de seguridad rusas se presentaron directamente en el centro de detención de Ereván, intentando sacar del país a Subbotin por medios informales, en clara violación del procedimiento legal internacional. El joven, advertido del peligro, solicitó protección a las autoridades armenias.

Ereván actúa conforme a derecho y lo libera
Gracias a la intervención de abogados y activistas de derechos humanos, las autoridades armenias bloquearon el intento ruso de deportación forzada. Tras agotar el plazo de detención legal de 72 horas, Subbotin fue liberado y trasladado con representación legal a la comisaría de Erebuni.
“Las fuerzas de seguridad armenias actuaron estrictamente dentro de la ley y no permitieron su deportación forzosa”, afirmaron los defensores del joven desertor.
Actualmente, Subbotin permanece en libertad. No obstante, los abogados del caso advierten que, en términos legales, la posibilidad de extradición sigue abierta, aunque Rusia aún no ha enviado una solicitud formal.
¿Un nuevo foco de tensión con Moscú?
Este caso ocurre en un contexto de creciente distanciamiento entre Ereván y Moscú, con Armenia consolidando sus vínculos con Occidente y alejándose de su tradicional dependencia geopolítica de Rusia. La negativa a entregar a Subbotin no solo refuerza esa percepción, sino que marca un precedente clave sobre cómo se gestionarán los casos de disidentes rusos en territorio armenio.
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