El presidente del Parlamento armenio, Alen Simonyan, denuncia la desinformación de Azerbaiyán y exige la liberación de prisioneros de guerra en Bakú y llama a Europa a defender la democracia y frenar la propaganda.
El presidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Alen Simonyan, hizo un llamado a Europa para que contrarreste la propaganda de Azerbaiyán, en un discurso pronunciado en la Conferencia de Presidentes Parlamentarios en Estrasburgo, bajo el lema “Defendiendo la democracia”. Durante su intervención, Simonyan denunció violaciones a los derechos humanos contra prisioneros armenios en Bakú, así como una campaña de desinformación que, según él, agrava la situación en la frontera.
Simonyan denunció que los prisioneros de guerra y civiles armenios en Azerbaiyán están sometidos a detenciones arbitrarias, tratos inhumanos y juicios simulados.
“La liberación inmediata de los prisioneros es una prioridad absoluta”, enfatizó el funcionario, exigiendo a la comunidad internacional que presione a Azerbaiyán para cumplir con el derecho humanitario.
Además, advirtió sobre la difusión de información falsa por parte del gobierno azerbaiyano, alegando que desde el 16 de marzo, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha acusado sin fundamento a Armenia de abrir fuego en la frontera.
“Las últimas declaraciones falsas de Azerbaiyán sobre supuestas acciones militares de Armenia solo agravan la situación en la frontera. La desinformación de Bakú también ha sido refutada por la misión de observación de la UE”, afirmó Simonyan.
A pesar de las tensiones, el líder parlamentario armenio confirmó que Ereván y Bakú han alcanzado un consenso sobre el texto del tratado de paz y están dispuestos a definir la fecha y el lugar para su firma.
“Creemos que la coexistencia pacífica y la cooperación regional son las mejores garantías de seguridad y prosperidad. Nuestra iniciativa Encrucijadas del Mundo busca restablecer las comunicaciones regionales y fomentar el desarrollo económico basado en el respeto mutuo y la soberanía”, explicó.
Simonyan también destacó que Armenia sigue comprometida con la democratización, resaltando los logros de la Revolución de Terciopelo de 2018, que puso al país en el camino hacia elecciones transparentes, instituciones independientes y una lucha activa contra la corrupción.
En este sentido, mencionó el Plan de Acción del Consejo de Europa para Armenia, una herramienta clave para fortalecer la confianza pública en las instituciones y alinearlas con los estándares europeos.
“Europa, cuna de la Ilustración, debe volver a defender la libertad. La democracia está bajo amenaza y sólo mediante esfuerzos unidos y constantes puede florecer”, advirtió Simonyan.
A pesar del optimismo sobre el tratado de paz, las tensiones en la frontera y la campaña de desinformación de Azerbaiyán generan incertidumbre. Armenia espera que la comunidad internacional mantenga la presión sobre Bakú para garantizar el cumplimiento del acuerdo y la estabilidad en la región.
Mientras tanto, el gobierno armenio sigue apostando por una política de democratización y cooperación con Europa, con la esperanza de consolidar su lugar en un orden global basado en el respeto a los derechos humanos y la soberanía nacional.
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