En el corazón del complejo Cascada de Ereván, el espíritu milenario del yoga volvió a unir culturas y pueblos. Con la participación del viceministro de Educación de Armenia, Daniel Danielyan, y del embajador de la India en Armenia, Nilaksh Sinha, se celebró una nueva edición del Día Internacional del Yoga, consolidando la creciente cooperación cultural armenio-india.
La actividad, organizada por la Embajada de la India en colaboración con el Gobierno armenio, reunió a decenas de ciudadanos que participaron en sesiones públicas de yoga, guiadas por instructores especializados. La jornada fue acompañada por música tradicional india y expresiones de arte intercultural, en una celebración que busca promover el bienestar físico y espiritual, pero también reforzar el entendimiento entre dos naciones con más de tres décadas de relaciones diplomáticas.
Un puente cultural entre Armenia e India
Durante su intervención, Daniel Danielyan destacó que “los eventos dedicados al Día Internacional del Yoga en Armenia no son solo un tributo al patrimonio histórico y cultural de la India, sino también un testimonio del diálogo intercultural de Armenia-India y del desarrollo sostenible de la cooperación”. Subrayó que la educación, la cultura y la comunicación intercultural son “los pilares sobre los que se construyen relaciones interestatales fuertes y duraderas”.

La celebración del Día del Yoga, remarcó el viceministro, también refleja el interés creciente del pueblo armenio en esta práctica milenaria. Cada año, aumenta el número de participantes locales, lo que evidencia una mayor apertura hacia la filosofía oriental y sus beneficios para la salud integral.
Yoga como patrimonio de la humanidad
Proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2014, el Día Internacional del Yoga se celebra oficialmente desde el 21 de junio de 2015, con el respaldo de 179 países, entre ellos Armenia. La práctica fue reconocida en 2016 por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, no solo por su dimensión física, sino por ser una manifestación profunda de la filosofía y estilo de vida indio.
El embajador Nilaksh Sinha, por su parte, celebró “el fuerte vínculo entre los pueblos de India y Armenia, que se expresa no solo a través de la diplomacia, sino mediante eventos como este, que promueven la salud, la paz interior y el entendimiento mutuo”.
La jornada culminó con una ceremonia simbólica donde se liberaron flores de loto sobre una fuente del complejo Cascada, en homenaje al equilibrio espiritual, eje fundamental de esta tradición.
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