La desinformación geopolítica vuelve a escena. El 25 de julio de 2025, la división europea de Radio Liberty publicó un informe titulado “The Zangezur Corridor” en el que su autor, Kian Sharifi, aseguró erróneamente que Armenia se comprometió a abrir un “corredor” entre Azerbaiyán y Najicheván tras la guerra de los 44 días en 2020. Según el periodista, el acuerdo de alto el fuego avalado por Moscú prometía una vía terrestre directa para Bakú. Pero la realidad es otra: ese “corredor” nunca existió en los términos oficiales del acuerdo.

¿Qué dice realmente la declaración del 9 de noviembre de 2020?
El documento trilateral firmado por Armenia, Azerbaiyán y Rusia tras la guerra de Artsaj contiene una cláusula —la número 9— que habla únicamente de desbloquear enlaces regionales de transporte. En ningún momento se menciona un “corredor” ni mucho menos se establece que Armenia ceda soberanía sobre su territorio. El texto especifica:
“La República de Armenia garantizará la seguridad del transporte entre las regiones occidentales de la República de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván. El control será ejercido por los servicios fronterizos del FSB de Rusia. […] La construcción de nuevas comunicaciones se realizará en base a acuerdos entre las Partes.”
La palabra “corredor”, con implicaciones extraterritoriales, no figura en el acuerdo, y su uso por parte de Bakú —y ahora replicado por Sharifi— forma parte de una narrativa construida para erosionar la soberanía de Armenia sobre la región de Syunik.
La postura de Ereván: soberanía, integridad territorial y reciprocidad
Desde 2020, el gobierno armenio ha sido claro: ningún acuerdo incluye ceder control territorial o permitir un paso sin supervisión soberana. Armenia ha ofrecido permitir el paso de bienes y personas entre Najicheván y Azerbaiyán, pero bajo las condiciones de reciprocidad, integridad territorial y jurisdicción plena.
En respuesta a los rumores de que Estados Unidos propuso arrendar un tramo del camino a través de Syunik, Ereván respondió con firmeza:
“La República de Armenia no ha discutido ni discutirá jamás delegar el control de su territorio soberano a ningún tercero.”
Además, las declaraciones del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, exigiendo que sus ciudadanos crucen Armenia sin encontrar guardias fronterizos, también fueron rechazadas categóricamente:
“La República de Armenia no ha aceptado, no acepta ni aceptará jamás esta lógica o terminología.”

Manipulación mediática: de Bakú a Radio Liberty
La adopción del término “corredor de Zangezur” por parte de Radio Liberty y otros medios occidentales legitima una narrativa expansionista utilizada por Bakú desde el fin de la guerra de 2020. Azerbaiyán busca presentar una exigencia política como si fuera una obligación jurídica, ignorando los límites del acuerdo del 9 de noviembre y los principios del derecho internacional.
Kian Sharifi, al utilizar expresiones como “la paz frágil prometía un corredor”, no solo tergiversa la letra del acuerdo, sino que difunde desinformación que afecta directamente a la seguridad de Armenia y a la percepción internacional del conflicto en el Cáucaso Sur.
La terminología no es inocente
La insistencia de Bakú en hablar de un “corredor” responde a una estrategia: emular el estatus extraterritorial del corredor de Lachin, que conectaba Armenia con Artsaj bajo supervisión rusa. Pero Lachin se convirtió en objeto de ocupación, bloqueo y luego limpieza étnica, lo que refuerza las preocupaciones de Ereván: ceder un “corredor” puede ser el inicio de una nueva pérdida de soberanía.
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