Armenia en la ONU denunció que los planes de estudios en los jardines de infancia y escuelas primarias de Azerbaiyán, están diseñados a adoctrinar a los niños con armenofobia y racismo; tanto contra los armenios de Armenia como de Artsaj.

Mher Margaryan, Representante Permanente de Armenia ante las Naciones Unidas, pronunció un discurso en el debate abierto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados.
A continuación figura el texto completo de su declaración en la que Armenia denuncia el racismo de Azerbaiyán, según cita SoyArmenio.
«Señor Presidente:
Quisiera dar las gracias a la Presidencia de Estonia por haber convocado el debate público del Consejo de Seguridad sobre el tema de los niños y los conflictos armados. La presencia de la Presidenta de la República de Estonia, Sra. Kersti Kaljulaid, en la reunión demuestra la importancia que Estonia atribuye al tema de la protección de los niños en la situación de los conflictos armados. Damos las gracias al Secretario General António Guterres, a la Directora Ejecutiva del UNICEF, Sra. Henrietta Fore, y a otros oradores por sus amplias presentaciones en las que destacaron los desafíos relacionados con la protección de los niños en los conflictos armados.

El 25º aniversario de la creación del programa relativo a los niños y los conflictos armados, incluido el mandato del Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los niños y los conflictos armados, crea un impulso para hacer un balance de los progresos realizados en la protección de los niños y determinar las lagunas y los desafíos a este respecto.
La crisis causada por la pandemia de COVID-19 ha exacerbado el sufrimiento de los niños afectados por conflictos y emergencias humanitarias, multiplicando los riesgos de protección y las necesidades de salvamento. Nos preocupa profundamente el elevado número de violaciones graves, como se refleja en el reciente informe del Secretario General sobre «Los niños y los conflictos armados», incluidos el reclutamiento y la utilización, el asesinato y la mutilación y la denegación del acceso humanitario. Subraya el imperativo de ampliar los esfuerzos de la comunidad internacional para identificar y responder a las violaciones del derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos.
A pesar del amplio apoyo al llamamiento del Secretario General en favor de una cesación del fuego mundial inmediata, el año pasado se caracterizó por una escalada de la violencia y las hostilidades en varias regiones, acompañada de ataques contra escuelas y hospitales, que agravaron las vulnerabilidades existentes de los niños, atrapados en conflictos, obstaculizaron su acceso a la educación, la salud y los servicios sociales.
La guerra desatada por Azerbaiyán contra Nagorno Karabaj en septiembre de 2020, en medio de la pandemia mundial, causó inmensos sufrimientos, destrucción, desplazamiento de miles de personas e infligió una gran crisis humanitaria. Entre las 90.000 personas desplazadas de Nagorno-Karabaj, el 88% eran mujeres y niños. Los bombardeos aéreos deliberados, los ataques de artillería y misiles dañaron gravemente varias instalaciones médicas, incluida la sala de maternidad del Centro de Salud Maternoinfantil de Stepanakert. Los ataques selectivos contra instituciones educativas llevaron a la destrucción de 18 escuelas y 6 jardines de infantes en Artsaj, privando a 28.000 niños de su derecho a la educación. Las violaciones del derecho humanitario cometidas por Azerbaiyán han sido ampliamente documentadas por diversas organizaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos.
Tras la agresión, cientos de bombetas y submuniciones en racimo y otros restos explosivos de guerra repartidos por asentamientos civiles y tierras agrícolas siguen causando graves riesgos para la seguridad de los civiles, en particular de los niños, con un efecto adverso duradero en la situación humanitaria y socioeconómica de Nagorno-Karabaj.
La denegación por Azerbaiyán del acceso humanitario seguro y sin trabas de los organismos de las Naciones Unidas a la zona de conflicto socava la evaluación exhaustiva de las necesidades humanitarias, de protección y de recuperación temprana y de la situación de los derechos humanos de la población de Nagorno-Karabaj, así como la protección de los derechos del niño y el acceso a una educación, una atención sanitaria y unos servicios sociales inclusivos y de calidad.
Una fuente de especial preocupación es la participación de los niños en la propaganda de odio patrocinada por el Estado por motivos étnicos y religiosos. Los programas de estudios de los jardines de infancia y las escuelas y los libros de texto escolares de Azerbaiyán tienen por objeto adoctrinar a los niños con armenofobia e incitar a la violencia y la intolerancia. La apertura del «parque militar de trofeos», que propaga imágenes vilipendiantes de armenios étnicos y las expone a los niños, es otra manifestación de la política sistémica encaminada a deshumanizar a los armenios.
Armenia reitera su compromiso con las metas, los objetivos y los principios consagrados en la declaración sobre la escuela segura, los Principios de París y los Principios de Vancouver, que son instrumentos fundamentales para promover y proteger los derechos y la dignidad de todos los niños, en particular los que residen en zonas de conflicto y prevenir violaciones graves. Apoyamos plenamente el mandato de la Representante Especial, Sra. Virginia Gamba, de racionalizar el programa de los niños y los conflictos armados en las actividades de los organismos de las Naciones Unidas y promover la cooperación con las organizaciones regionales, la sociedad civil y otras partes interesadas con el fin de garantizar una protección eficaz sobre el terreno»