Milkes Malakkian
El presidente del Comité Permanente de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional de Armenia, Sargis Khandanyan, desmintió contundentemente las críticas del presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal de Rusia, Leonid Slutsky, de que Armenia esté «cumpliendo tareas de Occidente» dañando deliberadamente sus relaciones con Rusia y Bielorrusia.
En palabras de Slutsky, “las autoridades actuales de Armenia están cumpliendo tareas occidentales, tratando deliberadamente de dañar las relaciones amistosas con Rusia y Bielorrusia. Todavía están tratando de culpar a alguien por la pérdida de Karabaj, sólo para aliviarse de la carga”.
«Desde 2018 hasta la actualidad, es imposible señalar ni un solo paso que pueda interpretarse como una acción hostil de la República de Armenia hacia sus aliados. Mientras tanto, los ejemplos de lo contrario, lamentablemente, son numerosos«, señaló Sargis Khandanyan en respuesta.
Khandanyan destacó la falta de reacción de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) ante los ataques en el territorio soberano de Armenia y mencionó el contexto de la guerra de 44 días en Nagorno-Karabaj como un ejemplo de la falta de apoyo.
Sobre las responsabilidades relacionadas con la pérdida de Nagorno-Karabaj, Khandanyan apuntó hacia declaraciones previas del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, quien reconoció la participación de su país en la preparación de la guerra contra este territorio.
El rol de las fuerzas de paz rusas en Nagorno-Karabaj
Khandanyan también recordó el fracaso de las fuerzas de paz rusas en cumplir con su mandato para garantizar la seguridad en Nagorno-Karabaj:
«Después de la guerra de 44 días, las fuerzas de paz rusas recibieron el mandato de garantizar la seguridad del pueblo de Nagorno-Karabaj. Fue un mandato que terminó en tragedia: el desplazamiento forzado de toda la población de Nagorno-Karabaj».
El monopolio de Armenia sobre su política exterior
Finalmente, Khandanyan subrayó la independencia de Armenia en la conducción de su política exterior, señalando que:
«Sólo el pueblo de Armenia tiene el monopolio exclusivo para asignar tareas a las autoridades de Armenia. Esta es una circunstancia que, creo, es completamente ajena a mi colega de la Duma Estatal».
Las declaraciones de Slutsky se producen en un momento delicado en las relaciones entre Armenia y Rusia. Estas tensiones reflejan una creciente distancia entre ambos países, particularmente en lo que respecta a su postura hacia Occidente y los conflictos en la región del Cáucaso.
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