Armenia cierra 2024 con un crecimiento económico del 5,9% y un aumento del 5,8% en empleos generadores de ingresos. Sectores como la construcción, finanzas y tecnologías impulsan la economía, mientras desafíos persisten en minería y educación.
Armenia ha cerrado 2024 con un sólido crecimiento económico del 5,9%, superando los AMD10 billones en su Producto Interno Bruto (PIB), según anunció el ministro de Economía, Gevorg Papoyan. Este avance refleja una recuperación sostenida y un entorno económico más dinámico, en contraste con los años 2013-2017, cuando el crecimiento fue prácticamente nulo.
Además del crecimiento económico, el mercado laboral armenio mostró señales positivas. El número de empleos generadores de ingresos aumentó un 5,8% en enero de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, sumando 754.839 puestos de trabajo, según datos del Comité de Ingresos del Estado de Armenia.
“El crecimiento del PIB y la creación de empleo reflejan la resiliencia de nuestra economía y los esfuerzos por diversificar los sectores productivos,” afirmó Papoyan.
El crecimiento económico en 2024 fue impulsado por sectores clave que mostraron aumentos significativos:
Estos sectores se consolidan como pilares del crecimiento económico armenio, destacando la diversificación hacia servicios técnicos, culturales y tecnológicos.
Por otro lado, ciertos sectores experimentaron caídas relevantes:
Estas cifras sugieren desafíos en sectores estratégicos como la educación y el transporte, mientras que la minería, tradicional motor económico, ha enfrentado retrocesos.
El notable incremento del empleo en enero de 2025 refleja un entorno laboral más dinámico. Con 41.124 nuevos puestos de trabajo respecto al año anterior, el mercado laboral sigue ampliándose, fortaleciendo la base fiscal y aumentando el consumo interno.
El PIB per cápita alcanzó los 3.338.443 drams (equivalentes a 8.501 dólares), lo que indica una mejora en los ingresos promedio, aunque las disparidades entre sectores y regiones siguen siendo un reto pendiente.
El crecimiento económico previsto por el gobierno para 2024 era del 7%, con una inflación proyectada del 4% (±1,5%). Aunque el crecimiento final fue ligeramente inferior, superó las expectativas del Banco Central de Armenia, que había pronosticado un 6%.
Si bien las cifras generales muestran un panorama positivo, existen desafíos estructurales que podrían limitar el crecimiento a largo plazo. La caída en sectores clave como la minería y la educación podría afectar la sostenibilidad del crecimiento si no se implementan políticas adecuadas.
La diversificación hacia áreas como las tecnologías de la información, la construcción y las actividades inmobiliarias muestra una economía en transformación, pero el país aún depende de sectores tradicionales que enfrentan riesgos externos, como las fluctuaciones en los precios de los metales y las tensiones geopolíticas en la región.
Por otro lado, el crecimiento del empleo y la expansión de sectores estratégicos podrían fortalecer la capacidad de Armenia para atraer inversiones extranjeras y avanzar hacia una economía más diversificada y resiliente.
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