El Gobierno de Armenia ha anunciado planes para implementar un equipo de análisis isotópico que permita verificar la autenticidad del vino y el coñac producidos en el país. La iniciativa tiene como objetivo detectar falsificaciones y adulteraciones en estas bebidas tradicionales, garantizando que se produzcan exclusivamente a partir de alcohol de uva, sin aditivos extranjeros. Así lo confirmó el Ministro de Economía armenio, Gevork Papoyan, en la discusión del presupuesto estatal de 2025.
«Queremos garantizar la autenticidad del coñac armenio a través del análisis isotópico, algo que hemos prometido desde hace una década», declaró Papoyan.
El análisis isotópico: una herramienta contra la falsificación
El análisis isotópico es una técnica de laboratorio avanzada que permite identificar la composición química de un producto y detectar impurezas o ingredientes que no provienen de la uva. Con este dispositivo, las autoridades podrán determinar si el vino o el coñac contiene alcohol de fuentes externas, lo cual es ilegal en la producción de estas bebidas en Armenia.
El gobierno armenio destinará 500 millones de dracmas (aproximadamente 1,25 millones de dólares) para la modernización de los laboratorios de análisis en 2025, lo que representa un esfuerzo considerable para preservar la calidad y reputación del coñac armenio en el mercado internacional.
El cambio de «coñac» a «brandy armenio»: una transición necesaria
Además de implementar medidas para controlar la autenticidad de sus bebidas, los productores de brandy armenio están abandonando gradualmente la palabra «coñac». Aunque tienen permitido usar este término hasta el año 2042, el Acuerdo Integral y Mejorado entre Armenia y la UE, firmado en 2017, establece que este nombre es exclusivo de Francia. El acuerdo también contempla una campaña de marketing financiada por la Unión Europea para introducir una nueva denominación.
«Los nombres de las marcas comienzan a escribirse con letras grandes, mientras que la palabra ‘coñac’ aparece en letra pequeña. Queremos arraigar en los consumidores el concepto de ‘brandy armenio'», explicó Papoyan.
Este cambio no solo es una adaptación a las normas de la UE, sino también una estrategia de rebranding para consolidar la identidad del brandy armenio en el mercado. Nikol Pashinyan, primer ministro de Armenia, destacó la importancia de eliminar el término «coñac», afirmando que el país debe abandonar este nombre en favor de una identidad propia.

Apoyo a los productores y fomento de la industria local
Para facilitar la transición y fortalecer la producción local, el Ministerio de Economía ha implementado un programa de subsidios que compensará hasta el 100% de los pagos de intereses sobre préstamos y arrendamientos para la compra de barriles nuevos. Esto permitirá que las fábricas de brandy cosechen mayores cantidades de uva y almacenen más alcohol, fomentando así la maduración de sus productos.
Papoyan mencionó que en 2024 se incrementó la compra de uvas en 5,000 toneladas en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 165,000 toneladas sin problemas de almacenamiento. Esta medida busca evitar que los productores se vean obligados a vender alcohol sin envejecer por falta de espacio, un obstáculo frecuente que compromete la calidad final de los productos.
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