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En un gesto diplomático significativo, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, felicitó tanto a la República Islámica de Irán como a Azerbaiyán con motivo de Eid Al Adha, también conocida como Kurban Bayram o Fiesta del Sacrificio, una de las festividades más importantes del calendario islámico.
Un mensaje de paz para Azerbaiyán
A través de su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter), Pashinyan escribió:
“Felicitaciones a la República de Azerbaiyán y al pueblo de Azerbaiyán con motivo de Kurban Bayram. Deseo paz y prosperidad a nuestros países y pueblos”.
El mensaje ha llamado la atención por su tono conciliador, en un momento en que las relaciones entre Ereván y Bakú siguen marcadas por tensiones tras el conflicto por Nagorno-Karabaj. Esta felicitación pública representa uno de los pocos gestos amistosos expresados oficialmente desde el estallido de la guerra en 2020 y puede interpretarse como un intento de construir puentes diplomáticos.
Diálogo armenio-iraní sobre seguridad regional
En paralelo, el servicio de prensa del Gobierno armenio informó sobre una conversación telefónica mantenida entre Nikol Pashinyan y el recién electo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian. Durante la charla, ambos líderes intercambiaron felicitaciones por el Eid Al Adha y discutieron temas clave de la agenda bilateral, incluyendo asuntos de cooperación regional y seguridad.
Según Mehr News, Pezeshkian subrayó su compromiso con el fortalecimiento de las relaciones entre Irán y Armenia:
“Sin duda, las relaciones entre los dos países seguirán siendo sólidas y se fortalecerán con el tiempo”.
Por su parte, Pashinyan reafirmó la importancia estratégica de las relaciones con Teherán, especialmente en el contexto de los desafíos regionales actuales, como la estabilidad en el Cáucaso Sur, el desarrollo de corredores comerciales y el equilibrio geopolítico frente a Turquía y Azerbaiyán.
El significado del Eid Al Adha
La Fiesta del Sacrificio, celebrada el décimo día del mes sagrado islámico de Zul-Híyyah, conmemora la disposición del profeta Ibrahim a sacrificar a su hijo como acto de obediencia a Dios. Es costumbre sacrificar un animal, generalmente un cordero, cuya carne se distribuye entre la familia, los vecinos y los necesitados.
Durante la festividad, los creyentes realizan abluciones antes del amanecer, acuden a la mezquita para la oración especial, y se visita a los difuntos en los cementerios. También se lleva a cabo el khashar, una limpieza colectiva en la víspera, y se preparan platos tradicionales como el pilaf y dulces típicos para compartir en comunidad.
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