En el concurso internacional de música Silk Way Star, celebrado en Kazajistán, se produjo un episodio inesperado entre los representantes de Armenia y Azerbaiyán. Los jurados de ambos países intercambiaron las máximas calificaciones, en un gesto considerado simbólico en medio de relaciones históricamente tensas.
El cantante armenio Saro Gevorgyan recibió 10 puntos de parte del miembro del jurado azerbaiyano, la artista Efendi. En reciprocidad, el representante armenio otorgó la misma puntuación a la concursante azerbaiyana Sabina Zadeh. Según los organizadores, esta fue la primera vez que Armenia y Azerbaiyán se otorgaron mutuamente la calificación más alta en un evento internacional.

Un hecho inédito en un escenario marcado por tensiones
La situación llamó la atención de los medios locales y regionales. “El intercambio de dieces fue un gesto de buena voluntad o una rara coincidencia”, señalaron observadores presentes en el certamen.
El concurso reunió a participantes de 12 países. En la primera ronda, los artistas interpretaron canciones en sus lenguas maternas. La cantante malasia Yazmin Aziz obtuvo el primer lugar con 126 puntos, mientras que la uzbeka Madinabonu Adilova ocupó la segunda posición con 122. El tercer y cuarto lugar fueron compartidos por el turcomano Dovran Shammiev y el georgiano Avtandil Abeslamidze, con 120 puntos cada uno.
Símbolo cultural más allá de la política
Aunque se trata de un evento artístico, la interacción entre los jurados armenios y azerbaiyanos adquirió una fuerte carga simbólica. En el contexto de la compleja relación política y militar entre ambos países, este pequeño gesto en un escenario cultural internacional abre un espacio para la interpretación positiva.
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