Las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán siguen marcadas por acusaciones mutuas de violaciones del alto el fuego, con informes diarios del Ministerio de Defensa de Azerbaiyán en una guerra de narrativas sin pruebas. Sin embargo, Armenia ha negado rotundamente estas acusaciones, emitiendo múltiples desmentidos en los últimos años.
La reciente escalada en el intercambio de declaraciones ha generado inquietud en la comunidad internacional. Beniamin Poghosyan, investigador principal del Centro Analítico de APRI para Armenia, sugiere que las denuncias de Azerbaiyán podrían ser una estrategia para justificar futuras acciones militares.
¿Un patrón antes de ofensivas militares?
El análisis de datos de las declaraciones del Ministerio de Defensa de Armenia entre 2021 y 2025 revela un patrón preocupante: los picos de acusaciones de Azerbaiyán han precedido a conflictos militares directos.
En Septiembre de 2022: Armenia negó 14 veces las acusaciones azerbaiyanas, poco antes de que Azerbaiyán lanzara un ataque que resultó en pérdidas humanas y territoriales.
En Agosto-septiembre de 2023: El 59% de los desmentidos de 2023 se emitieron en este período, antes de la ofensiva de Azerbaiyán contra la República de Artsaj el 19 de septiembre.
En Abril de 2024: Siete denuncias azerbaiyanas se dieron en las semanas previas a los trabajos de demarcación fronteriza en Tavush, generando tensiones en la región.
Estos datos refuerzan la percepción de que los informes azerbaiyanos podrían preparar el terreno informativo para futuras agresiones.

Evolución de la respuesta armenia
Desde 2021, la postura del Ministerio de Defensa de Armenia ha evolucionado de simples desmentidos a un tono más explícito:
En 2022, comenzaron a solicitar a Azerbaiyán que dejara de difundir información falsa.
A partir de 2023, se incluyó la advertencia de que Bakú estaba «creando una base informativa para otra provocación».
En 2024, Armenia propuso formalmente un mecanismo bilateral de investigación de las violaciones del alto el fuego, el cual Azerbaiyán no ha respondido.
El 17 de marzo de 2025, Armenia reforzó su postura, asegurando estar dispuesta a investigar los informes azerbaiyanos si estos son respaldados con pruebas. Hasta el momento, Azerbaiyán no ha proporcionado evidencia concreta.
¿Riesgo de una nueva escalada?
El incremento en las acusaciones de Azerbaiyán y el historial de ofensivas militares precedidas por narrativas similares han generado preocupación sobre una posible escalada del conflicto. Armenia, por su parte, ha tratado de responder con transparencia y llamados a mecanismos de verificación, aunque sin obtener cooperación de Bakú.
La comunidad internacional deberá monitorear de cerca la situación, ya que los antecedentes sugieren que estos intercambios retóricos podrían desembocar en acciones militares concretas en los próximos meses.
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