El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, advirtió el 3 de octubre durante el Foro Minero 2025 en Tsaghkadzor que la extracción ilegal de arena de construcción en el río Araks representa un grave riesgo de seguridad nacional al reducir físicamente el territorio del país.
Un sector dominado por la economía en la sombra
Pashinyan reconoció que la extracción de arena constituye una de las economías sumergidas más grandes de Armenia. “No hemos encontrado la manera de resolverlo. Nos enfrentamos a problemas de seguridad nacional e integridad territorial. La extracción del Araks está reduciendo el territorio de nuestro país y no contamos con contramedidas efectivas”, afirmó.
El mandatario subrayó que la falta de transparencia y la presión del sector de la construcción complican la acción del gobierno. “Si todo se ajusta a los estándares, la construcción en Armenia se detendrá durante bastante tiempo”, admitió.

Presión del sector de la construcción
Según el jefe de gobierno, cualquier intento de imponer regulaciones más estrictas despierta la reacción inmediata de las empresas constructoras. “Existe una enorme sombra en el sector de la arena, una sombra que recorre nuestras calles y carreteras a diario”, agregó, señalando la dificultad de imponer un control efectivo.
Imagen negativa de la minería
Más allá de la arena, Pashinyan señaló que la industria minera en general arrastra una percepción negativa en la sociedad. “Por razones objetivas y subjetivas, se han acumulado muchos problemas. La conciencia pública sobre que el subsuelo pertenece al pueblo y al Estado no parece ser muy acertada”, dijo.
El primer ministro recordó que el Estado y los ciudadanos ya poseen acciones en la Planta de Cobre y Molibdeno de Zangezur (ZCMC) y en la Mina de Amulsar, lo que, según él, demuestra un esfuerzo por redistribuir beneficios y mejorar la relación entre minería y sociedad.
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