El 23 de abril, la República de Armenia depositó sus instrumentos de adhesión a las Convenciones de 1899 y 1907 para el arreglo pacífico de controversias internacionales ante el depositario de estas convenciones, que es el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos. Con esta acción, Armenia se convertirá en la 125ª parte contratante del Tribunal Permanente de Arbitraje.
Los instrumentos de ratificación fueron entregados por el embajador de Armenia en el Reino de los Países Bajos, Viktor Biyagov, en presencia del Secretario General de la Corte Permanente de Arbitraje, Dr. Marcin Čepelak. Jules van Eindhoven, jefe del Departamento de Tratados del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de los Países Bajos, confirmó la recepción de los documentos de ratificación.
Durante su discurso, Biyagov expresó: «Como diplomático, es un gran honor para mí presentar oficialmente estos instrumentos de ratificación al depositario de las convenciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de los Países Bajos. Este es otro logro para Armenia, que reafirma el compromiso inquebrantable de nuestra nación con los principios del derecho internacional, la resolución pacífica de controversias y la cooperación multilateral».

Importancia del Acuerdo
La adhesión de Armenia a estas convenciones es un paso significativo en su participación activa en el orden jurídico internacional. Al unirse a la Corte Permanente de Arbitraje, establecida en 1899 durante la primera Conferencia de Paz de La Haya, Armenia se alinea con la comunidad internacional en la promoción de un diálogo civilizado, la diplomacia y la justicia.
Como informara SoyArmenio.com, Biyagov también agradeció al Secretario General de la Corte Permanente de Arbitraje y a su equipo por su dedicación, así como al Reino de los Países Bajos por su apoyo a las instituciones jurídicas internacionales y el estado de derecho en general.
El Dr. Marcin Čepelak, por su parte, destacó la continua adhesión de los Estados a las Convenciones de La Haya, afirmando que la pertinencia y eficacia de estos instrumentos reflejan tanto su valor fundamental como los propósitos vitales que siguen cumpliendo en el marco jurídico internacional.
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