El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, dijo que las negociaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán se reanudarán tras la COP29 en Bakú, en medio de la influencia de Rusia y factores geopolíticos en el Cáucaso. El proceso podría completarse para 2027.
Las negociaciones para alcanzar un tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán se encuentran en un estado de pausa, según lo anunciado por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Durante una conversación telefónica reciente con el canciller alemán Olaf Scholz, Aliyev declaró que las negociaciones se reanudarán tras la cumbre COP-29 en Bakú, en un contexto que refleja la complejidad diplomática de las relaciones en la región del Cáucaso.
En sus declaraciones, Aliyev atribuyó el retraso en las negociaciones a la falta de propuestas definitivas por parte de Armenia y subrayó que ambas partes están “cerca de alcanzar un acuerdo final” sobre el texto del documento. Sin embargo, el aplazamiento hasta después de la cumbre climática COP29 refleja también la intención de Bakú de priorizar otros eventos internacionales que fortalezcan su posición en la región. Además, la intervención de Alemania en el proceso subraya el interés europeo en estabilizar las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, impulsando acuerdos que resuelvan las tensiones en un área geopolítica clave.
La situación política en el Cáucaso continúa siendo influenciada por factores externos, especialmente por Rusia. Según medios progubernamentales de Azerbaiyán, Moscú juega un rol significativo en las negociaciones, y es probable que cualquier acuerdo definitivo entre Armenia y Azerbaiyán necesite el respaldo ruso. Las fuentes sugieren que la decisión de posponer el tratado podría estar ligada a la posición de Rusia en el conflicto, especialmente a la espera de una resolución en el contexto de la guerra en Ucrania.
El analista político azerbaiyano Turan sugiere que el conflicto ucraniano podría tener implicaciones indirectas en el proceso de paz armenio-azerbaiyano. Esto se debe a que Moscú podría condicionar su apoyo en función de sus propios intereses en Ucrania, los cuales también están entrelazados con su relación estratégica con el Occidente.
El aplazamiento de las negociaciones coincide con la próxima celebración de la COP29 en Bakú, evento que podría dar mayor visibilidad a Azerbaiyán en el escenario internacional. La conferencia climática es una oportunidad para Azerbaiyán de afianzar relaciones con otros países, posicionándose como un jugador relevante en temas de sostenibilidad y geopolítica.
Además, la influencia de Francia y otras naciones europeas también es notable en este contexto. Aliyev, a través de un portavoz del partido gobernante en el parlamento, indicó que Francia ha expresado una postura crítica respecto a cualquier revisión de fronteras en el Cáucaso, sugiriendo que el acuerdo de paz debe respetar los principios de integridad territorial, lo cual es una señal de apoyo hacia la posición armenia en ciertas áreas.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, ha manifestado disposición para firmar un tratado de paz que incluya los puntos ya acordados, y dejar los puntos controvertidos para negociaciones futuras. No obstante, Bakú ha rechazado esta idea, insistiendo en que todos los puntos del tratado deben ser abordados de manera integral.
El miembro del parlamento de Azerbaiyán, quien es cercano a la administración de Aliyev, afirmó que alcanzar un tratado en su totalidad podría ser realista solo para el 2027. Esto sugiere que Azerbaiyán podría estar esperando un contexto geopolítico más favorable antes de comprometerse formalmente, quizás considerando también el impacto de las elecciones en Estados Unidos en el 2024 y posibles cambios en la política exterior de Washington respecto al Cáucaso.
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