SoyArmenio
El ex primer ministro de Armenia Hovik Abrahamyan será juzgado en Armenia por corrupción sistemática, lavado de dinero y crímenes ambientales cometidos mientras ocupaba altos cargos del Estado. El Comité Anticorrupción de Armenia cerró la investigación preliminar y remitió el expediente al fiscal para su envío a juicio.
Durante su gestión como ministro, jefe de gabinete y primer ministro, Abrahamyan organizó subastas fraudulentas para apoderarse de terrenos estatales. Se adjudicó más de 170 hectáreas en Dilijan, Narek y Mkhchyan, por precios muy por debajo del valor real. Luego transfirió esas tierras a familiares para ocultar su origen ilegal, según el Comité Anticorrupción.
También operó de manera clandestina las empresas Metzn Hovnan LLC y Avazahatik LLC, dedicadas a la extracción ilegal de arena. Con ayuda de su hermano y su sobrino, las dirigió entre 2008 y 2015, obteniendo 230 millones de drams en beneficios personales.
Abrahamyan: corrupción, lavado de dinero y daño a la soberanía armenia
Entre 2014 y 2016, una persona cercana a Abrahamyan extrajo arena directamente del río Araks, fuera del perímetro autorizado. Modificó el lecho del río en una extensión de 6 km, provocando la formación de una isla de más de 300 hectáreas justo en la frontera entre Armenia y Turquía. El canal Baghramyan 26 denunció que este acto “secó parte de la frontera estatal y costó al país más de 22 millones de drams en reparaciones”.
El expediente incluye cargos por abuso de poder, participación ilegal en empresas, blanqueo de bienes y alteración de frontera nacional. Las autoridades ya confiscaron las propiedades y activos financieros del acusado y de sus allegados.
“La frontera fue violada por codicia. Esta gente usó el Estado como una empresa privada y ahora se visten de patriotas para esconder lo robado”, escribió el canal Baghramyan 26, en referencia a los vínculos entre antiguos funcionarios y sectores nacionalistas.
El caso Abrahamyan podría marcar un antes y un después en la lucha contra la corrupción en Armenia. Por primera vez, un ex primer ministro enfrentará juicio no solo por enriquecimiento ilícito, sino por dañar la integridad territorial del país.
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