Bakú juzga a exlíderes de Artsaj y a Ruben Vardanyan en procesos que rememoran el inicio del movimiento Karabaj. Organismos internacionales alertan sobre violaciones a los derechos humanos.
En una serie de juicios que generan creciente preocupación internacional, Azerbaiyán continúa el proceso judicial contra los exlíderes político-militares de Artsaj (Nagorno-Karabaj), incluidos expresidentes y altos funcionarios del antiguo gobierno de facto. El caso incluye a figuras prominentes como Arayik Harutyunyan, Arkady Ghukasyan, Bako Sahakyan, David Ishkhanyan, David Babayan y Levon Mnatsakanyan, quienes son procesados por más de 2.500 cargos.
Durante la sesión del 14 de abril en el Tribunal Militar de Bakú, se discutieron aspectos históricos del movimiento Karabaj, en un aparente intento por enmarcar legalmente los orígenes del conflicto territorial como actos delictivos.
Según el portal azerbaiyano Minval.az, se citó el testimonio previo de Artur Abrahamyan, quien atribuyó la organización de las primeras manifestaciones a Arkady Manucharyan, Zori Balayan, Genrikh Poghosyan y otros activistas armenios de finales de los años 80. También se mencionaron los nombres de Robert Kocharyan y Serzh Sargsyan, ambos futuros presidentes de Armenia.
“Robert Kocharyan, siendo organizador de partidos en la fábrica de seda de Karabaj, era un participante activo en la organización armenia ‘Krunk’”, testificó el testigo Yuri Jhangiryan.
En su declaración, el expresidente de Artsaj, Arkady Ghukasyan, pidió tiempo para responder adecuadamente a los cargos, a lo que el juez accedió.
Paralelamente, el 15 de abril continuó el juicio contra Ruben Vardanyan, exministro de Estado de Nagorno-Karabaj, quien enfrenta 45 cargos distintos según más de 20 artículos del Código Penal azerbaiyano, lo que podría derivar en cadena perpetua.
Durante la audiencia se escuchó el testimonio de más de 20 supuestas “víctimas”, en su mayoría soldados azerbaiyanos heridos durante enfrentamientos armados en los últimos años.
“Uno de mis compañeros murió en mis brazos”, relató el soldado Ulvi Suleimanov, según la agencia Azertac.
Otras víctimas, como Elvin Mammadli, afirmaron haber sido atacadas mientras evacuaban a heridos en vehículos médicos claramente identificados. Una de las declaraciones más citadas fue la de Anar Rahimli, quien aseguró haber sido herido como civil en la región de Ağdam.
Diversas organizaciones de derechos humanos, incluidas Amnistía Internacional, han expresado su preocupación por el respeto de las garantías procesales en estos juicios. Han pedido a las autoridades azerbaiyanas que aseguren el derecho a un juicio justo para todos los acusados, especialmente en un contexto de alta carga política y regional.
“Las autoridades deben garantizar que Vardanyan tenga acceso a una defensa adecuada y que el proceso cumpla con los estándares internacionales”, declaró Amnistía en un comunicado reciente.
Los procedimientos judiciales en Bakú parecen ir más allá de la búsqueda de justicia. La constante mención a los orígenes del movimiento Karabaj y la presencia de cargos históricos podrían interpretarse como parte de una narrativa oficial destinada a deslegitimar la lucha por la autodeterminación de los armenios de Artsaj, considerada por Azerbaiyán como un acto de separatismo ilegal.
Como informara SoyArmenio.com, este enfoque legalista y simbólico, que incluye a líderes vivos y fallecidos del movimiento, podría tener consecuencias de largo alcance para las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, así como para el futuro de la reconciliación regional.
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