🔴 Israel e Irán ya no solo libran una guerra territorial: la inteligencia artificial decide blancos humanos en segundos. Con misiles hipersónicos, algoritmos letales y poca supervisión humana, el campo de batalla del futuro ya llegó. ¿Quién controla a la IA militar?
La guerra Israel-Irán-es el primer campo de pruebas a gran escala de la inteligencia artificial militar. Sus resultados impulsarán una carrera armamentística basada en automatización letal, interconexión de frentes y decisión ultrarrápida, reduciendo la deliberación humana pero aumentando riesgos éticos y escaladas imprevistas.
La ofensiva israelí del 18 de junio de 2025 contra objetivos en Yemen (Saná), Irán (Teherán, Isfahán) y Líbano demostró una capacidad inédita de sincronización multinacional. Según datos del Institute for the Study of War (ISW), se ejecutaron ataques simultáneos contra 127 blancos en 72 horas, incluyendo instalaciones militares, centros de mando y figuras de alto rango como el general hutí Muhammad Abdul Karim al-Ghamari.
Esta coordinación requirió la integración de flujos de inteligencia heterogéneos: SIGINT (interceptación de comunicaciones), IMINT (imágenes satelitales de constelaciones como Ofek-13) y HUMINT (agentes en terreno), así como datos de aliados (EE.UU., Arabia Saudita).
Plataformas de fusión de datos como Palantir Gotham procesaron esta información mediante algoritmos de machine learning, generando modelos de amenaza en tiempo real y priorizando blancos con un margen de decisión de 20 segundos por objetivo, según documentación del U.S. Army War College (2024).
Así Israel eliminó al comandante aéreo iraní Amir Ali Hajizadeh y al jefe de la Guardia Revolucionaria Hossein Salami tras identificar su ubicación en un centro de mando subterráneo mediante el análisis de inteligencia de señales (SIGINT), el reconocimiento satelital en tiempo real y algunos patrones de comunicación interceptados por IA. El resultado fue de eficacia demostrada: las bajas iraníes incluyeron a 6 científicos nucleares y generales clave, desarticulando temporalmente la cadena de mando iraní. Todo esto pensando en teatros de operaciones en varios países a la vez.
Los hutíes también hicieron lo suyo y respondieron con misiles hipersónicos “Palestine-2” en operaciones “coordinadas con Irán”, evidenciando una red de aliados que comparten datos mediante sistemas automatizados.
Este operativo marcó así el debut de la guerra conducida por inteligencia artificial: rápida, multinacional y letalmente precisa.
¿Saben qué recursos de inteligencia y organización se necesitan para destruir tantos objetos? Imagine una coordinación “multiesfera”: Satélites, drones, ciberinteligencia y agentes en terreno alimentando un sistema central que prioriza blancos: todos juntos deben ser aceptados, procesados y atacados con precisión a los objetivos. Además de controlar el circuito de inteligencia en Líbano, Yemen, Siria, Irak, etc.
¿Cómo es posible? Creo que vemos el resultado del uso de varios complejos de información y análisis basados en inteligencia artificial. Como admitió un oficial israelí bajo anonimato: “Es como jugar al ajedrez con Dios: ves todo el tablero”.
Israel ya había utilizado la IA “Lavanda” en Gaza para la identificación de blancos basada en análisis de metadatos masivos (registros de llamadas, geolocalización, actividad en redes sociales). Según The Military Balance 2025, procesó 37,000 perfiles de presuntos militantes durante la campaña en Gaza. El personal humano se limitó a pasar una lista y el sistema tardó 20 segundos en aprobar cada objetivo. Para eliminar a cada militante de Hamas, “Lavanda” permitió 15 de cada 100 muertes civiles por objetivo como “daños colaterales”, con un 10% de errores (The Guardian, 2024). Para el alto comandante de Hamas los civiles muertos colateralmente pasaron a 100. Según documentos militares filtrados, el 60% de los ataques en Irán se autorizaron sin supervisión humana directa.
La inhumanidad del uso de la IA en Gaza indignó a diplomáticos, un abogado lo describió como “la pesadilla de todos los especialistas en derecho internacional que se han hecho realidad”.
También en Gaza, se utilizó la IA “Evangelio” que genera modelos 3D de infraestructura subterránea mediante LiDAR y radar de apertura sintética (SAR); y los combina con la IA de nombre “Where’s Daddy?”, que es un sistema de seguimiento de patrones de movimiento que cruza datos biométricos, hábitos residenciales y relaciones familiares para predecir ubicaciones. Es decir, que específicamente rastrea y elimina a los militantes de Hamas cuando regresaban a las casas donde vivían sus familias en ataques “quirúrgicos”.
¿Resultado? En la ofensiva iraní, el 70% de los blancos eran instalaciones ocultas, como el centro de mando donde murió el general Hossein Salami.
“Estamos viendo la ‘uberización’ de la muerte: se pulsa un botón y un algoritmo decide quién vive” — denuncia Agnès Callamard, secretaria de Amnistía Internacional (entrevista en Le Monde, 15/06/2025).
El año pasado, resultó que desde 2015, la misma compañía Palantir, vino cooperando activamente con el ejército israelí. Palantir Technologies provee desde 2015 la arquitectura de datos para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Su CEO, Alex Karp, confirmó en el Davos Forum 2024 que su software Gotham “optimiza la cadena de mando OODA (Observe-Orient-Decide-Act)” mediante data mining.
“Lavanda” identificó a 37.000 militantes de Hamas mediante el análisis del flujo de datos en los territorios palestinos — correos electrónicos, registros de llamadas, libretas de direcciones telefónicas, mensajes de WhatsApp, perfiles en redes sociales, marcas de ubicación — repitiendo muy bien la funcionalidad de Palantir.
“Lavanda’ es Palantir con otro nombre” — confirma un exingeniero de la IDF en Foreign Policy (marzo 2025). “La arquitectura es idéntica: cruza flujos de datos oscuros para predecir amenazas”.
Estas colaboraciones responden a un incremento del 62% en contratos militares con empresas tech entre 2023-2025 (SIPRI Yearbook 2025).
Ahora, Israel supuestamente está usando IA contra Irán, Yemen y Líbano. Aquí, de hecho, está el debut de la inteligencia artificial en la guerra, que ofrece una coordinación, precisión y velocidad increíbles. Este es el futuro obvio de la guerra: alta precisión, coordinación multosférica y velocidad de toma de decisiones.
Estados Unidos vio su eficacia y lo entendió. El 15 de junio de 2025, ejecutivos de Meta (Andrew Bosworth) y OpenAI (Kevin Vale) se incorporaron al U.S. Army’s AI Task Force, siguiendo un modelo similar al israelí. Su objetivo: implementar sistemas de análisis predictivo para logística y reconocimiento con datos que proveerá Meta, Apple y Google.
Europa también se puso mano a la obra. Al terminar la reunión del Club Bilderberg en Suecia, ministros de Defensa de la UE y los CEOs de BAE Systems, Thales y Rheinmetall, junto a banqueros de Goldman Sachs y tecnólogos de DeepMind, conformaron un grupo de tarea JTIAIS (Joint Theatre Intelligence and AI System) bajo el mando de la OTAN para introducir la IA militar en los ejércitos europeos.
La inversión fue masiva: La OTAN destinará €120.000 millones hasta 2030 para un proyecto que integrará modelos de lenguaje (LLMs) para análisis de documentos capturados, redes neuronales para simulación de escenarios y sensores autónomos en campo.
El general estadounidense James Dickinson (USSPACECOM) destacó el objetivo declarado en una minuta filtrada a “Politico Europe”: reducir el “ciclo OODA de días a minutos” (NATO Review, mayo 2025).
El conflicto Israel-Irán validó un cambio histórico, que la IA militar es ya un factor estratégico irreversible. Su evolución dependerá de avances en explicabilidad algorítmica (XAI) y controles humanos verificables.
Los retos pendientes incluyen dos temas: un marco ético, como el que lleva adelante la ONU desde 2024 para crear un protocolo que regule sistemas autónomos letales (CCW Protocol VI); y la resiliencia cibernética. Hay que recordar siempre que en 2024, hackers iraníes adulteraron datos de la IA Fire Weaver en Gaza (CrowdStrike Global Threat Report).
El pensador israelí Yuval Noah Harari sintetizó el dilema actual en una reciente entrevista: “La paradoja es letal: la inteligencia artificial gana batallas, pero puede hacernos perder nuestra humanidad”.
Comments