En 2023, los hogares armenios experimentaron un importante crecimiento de los ingresos familiares reales, con un aumento notable en los más pobres
En 2023, los hogares en Armenia experimentaron un notable crecimiento en sus ingresos familiares reales, un fenómeno que no se veía en los últimos años. Según el economista Agasi Tavadyan, fundador del portal analítico tvyal.com y experto del Centro de Investigación Amberd, el ingreso familiar promedio aumentó un 15,3%, alcanzando los 840 dólares mensuales. Esta mejora se atribuye a una combinación única de crecimiento económico y estabilidad de precios, ya que el país registró una deflación de -0,6%, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo.
“El crecimiento fue especialmente pronunciado entre los segmentos menos pudientes de la población”, señaló Tavadyan. Los ingresos de los ciudadanos más pobres aumentaron un 23,2%, alcanzando los 297 dólares mensuales. Mientras tanto, el 10% más rico de la población vio un incremento de sus ingresos del 14,5%, con un promedio de 1.946 dólares mensuales.
El análisis del experto también revela importantes cambios en la distribución de los ingresos. Más de un tercio de los hogares armenios (35,1%) ahora se encuentran en el tramo de ingresos medios y altos, que va de los 650 a los 1.300 dólares mensuales, lo que indica un fortalecimiento de la clase media. Sin embargo, las cifras también reflejan la persistencia de una desigualdad notable. “Curiosamente, solo el 2,6% de los hogares gana más de 2.538 dólares al mes, mientras que el 2,7% sigue viviendo con menos de 162 dólares al mes”, destacó Tavadyan.
A pesar del crecimiento generalizado, la desigualdad regional sigue siendo una preocupación para el economista. Aunque el ingreso promedio en la capital, Ereván, aumentó un 15%, la situación en muchas regiones sigue siendo menos favorable. Los cálculos de Tavadyan muestran que, entre 2020 y 2023, el crecimiento del ingreso familiar real solo se observó en la capital y en dos regiones específicas: Aragatsotn y Gegharkunik.
Esta disparidad geográfica pone de manifiesto que, a pesar de los avances, gran parte de la población rural sigue enfrentando dificultades para mejorar su calidad de vida. El experto también hizo una comparación con años anteriores: en 2022, aunque la economía creció un 12,6% y el PIB per cápita aumentó de 4.972 a 7.018 dólares, la alta inflación del 8,3% redujo efectivamente los ingresos reales.
El crecimiento en 2023 resalta en comparación con los años previos, cuando los aumentos salariales nominales no lograban mejorar el bienestar de los hogares debido a la inflación. Según Tavadyan, el crecimiento más significativo de los ingresos reales ocurrió en los años 2006-2007 y 2019, pero el de 2023 ha sido excepcional debido a una combinación de expansión económica y estabilidad de precios.
Sin embargo, a pesar de las tendencias positivas, el economista advierte sobre los desafíos estructurales que enfrenta la economía armenia, como los altos niveles de pobreza en las zonas rurales, una notable desigualdad de ingresos y la creciente brecha entre la capital y las provincias.
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