En una declaración inesperada, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reconoció públicamente los genocidios armenio, asirio y griego cometidos por el Imperio Otomano. El hecho ocurrió durante una entrevista en el popular podcast de Patrick Bet-David (Valuetainment), donde el anfitrión le preguntó directamente por qué Israel aún no había reconocido oficialmente estas tragedias históricas.
Un momento histórico en cámara
Bet-David planteó que, mientras el Holocausto ha sido reconocido por 193 países, Israel todavía no se había pronunciado oficialmente sobre los genocidios perpetrados contra armenios, asirios y griegos a inicios del siglo XX.
Netanyahu sorprendió al responder: “En realidad, creo que lo hemos hecho, porque la Knesset aprobó una resolución al respecto”. Ante la aclaración del entrevistador, que señaló que el reconocimiento nunca había venido directamente de un primer ministro, Netanyahu afirmó con contundencia: “Sí, lo acabo de hacer. Punto”.
El intercambio concluyó con agradecimientos de Bet-David, quien subrayó que sus palabras serían profundamente valoradas por las comunidades armenia, asiria y griega en todo el mundo.

La posición oficial de Israel: un contraste evidente
Pese al peso simbólico de las declaraciones de Netanyahu, la realidad política es más compleja. Israel nunca ha aprobado en la Knesset una resolución que reconozca formalmente estos genocidios.
Según reportes de Ynet News y The Times of Israel, el propio Netanyahu bloqueó en años anteriores proyectos de ley que buscaban aprobar tal reconocimiento, temiendo repercusiones diplomáticas con Turquía y Azerbaiyán, dos socios estratégicos de Israel.
En ocasiones, funcionarios israelíes —como el exministro de Exteriores Israel Katz— han utilizado públicamente el término “genocidio armenio”, pero sin que estas expresiones se traduzcan en una política de Estado.
Asimismo, municipios como Jerusalén, Haifa o Petaj Tikva han realizado conmemoraciones y nombrado espacios públicos en memoria de las víctimas del genocidio armenio, aunque estos gestos tampoco equivalen a un reconocimiento oficial.
El valor político de la declaración de Netanyahu
El reconocimiento verbal de Netanyahu constituye la primera vez que un primer ministro israelí se pronuncia en público de manera tan directa sobre estos genocidios. Aunque no altera la postura oficial del Estado de Israel, podría marcar un precedente en el debate interno sobre si el país debe o no dar un paso formal a nivel parlamentario.
En un contexto internacional donde numerosos Estados —incluidos Estados Unidos, Francia, Alemania y el Parlamento Europeo— han reconocido el genocidio armenio, la declaración de Netanyahu podría abrir un nuevo capítulo en las relaciones de Israel con las comunidades armenias, asirias y griegas de la diáspora, así como en su política hacia Turquía.
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