El Congreso de Estados Unidos lanzaría una iniciativa histórica que impulsará un programa educativo sobre el Genocidio Armenio, con el objetivo de preservar la memoria de las víctimas y combatir la negación de este crimen. El proyecto de ley, impulsado por los congresistas Dina Titus, Gus Bilirakis, David Valadao y Ted Lieu, asignaría 10 millones de dólares durante cinco años para desarrollar y distribuir materiales educativos, capacitar docentes y crear recursos en línea.
Educación como herramienta contra la negación
El Genocidio Armenio, perpetrado por el Imperio Otomano entre 1915 y 1923, resultó en la muerte de 1,5 millones de armenios, además de miles de asirios, griegos, sirios y otras comunidades cristianas. A pesar del reconocimiento por parte de numerosos países y organismos internacionales, Turquía sigue negando su existencia, lo que ha motivado esfuerzos educativos para difundir la verdad histórica.
La congresista Dina Titus subrayó la importancia del proyecto al señalar que «la educación es clave para la lucha contra la negación y una forma de honrar la memoria de las víctimas». Por su parte, Gus Bilirakis destacó que «el conocimiento de las tragedias pasadas es esencial para evitar que vuelvan a ocurrir».
Impacto del programa educativo en EE. UU.
El programa propuesto se implementaría en los sistemas educativos de todo Estados Unidos, asegurando que las futuras generaciones comprendan las causas y consecuencias de uno de los primeros genocidios del siglo XX. El congresista David Valadao, copresidente del Caucus Armenio del Congreso, enfatizó que «es fundamental preservar la memoria de las víctimas y reafirmar el compromiso con la verdad».
El representante Ted Lieu, a su vez, calificó el genocidio como «la encarnación del mal extremo», afirmando que «si bien no podemos cambiar el pasado, sí podemos garantizar que su recuerdo no desaparezca».

Reconocimiento internacional del Genocidio Armenio
El Genocidio Armenio ha sido reconocido oficialmente por numerosos países y organismos internacionales. Uruguay fue el primer país en hacerlo en 1965, seguido por Francia, Rusia, Argentina, Canadá, Alemania, Brasil, Suecia, Italia, Grecia, el Parlamento Europeo y el Consejo Mundial de Iglesias, entre otros. En Estados Unidos, 49 estados y ambas cámaras del Congreso han reconocido el genocidio, aunque la postura oficial del gobierno ha variado a lo largo de los años.
El nuevo programa educativo representa un paso crucial para la preservación de la memoria histórica y el fortalecimiento del compromiso internacional con los derechos humanos.
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