Un nuevo proyecto de ley presentado en el Parlamento turco amenaza con reavivar tensiones históricas y diplomáticas entre Ankara y Ereván. El presidente del partido nacionalista turco İYİ Parti (Partido del Bien), el diputado Musavat Dervişoğlu, propuso renombrar el puesto de control de Alijan, ubicado en la frontera con Armenia, con el nombre de Talaat Pasha, uno de los principales arquitectos del Genocidio Armenio de 1915.
El proyecto, ya firmado por 28 diputados, justifica el cambio como una afirmación de la identidad nacional turca.
“Este cambio de nombre no es solo un cambio de cartel. Es una manifestación de la voluntad del pueblo turco de afirmarse en su propia historia, sus héroes y su memoria”, se lee en el texto del proyecto legislativo. Además, sostiene que el renombramiento “inyecta conciencia histórica en las nuevas generaciones” y representa la “continuidad del Estado y su pasado glorioso”.
Talaat Pasha, figura central del triunvirato que dirigía el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, fue ministro del Interior y posteriormente gran visir. Es señalado como el principal responsable de la planificación y ejecución del genocidio de más de un millón y medio de armenios, además de griegos pónticos y asirios. Fue asesinado en Berlín en 1921 por el joven armenio Soghomon Tehlirian, en el marco de la Operación Némesis, una campaña de justicia por parte de la diáspora armenia contra los líderes otomanos implicados en el genocidio. Tehlirian fue absuelto en Alemania, tras un juicio que conmocionó a la opinión pública europea de la época.
La propuesta de rebautizar un punto fronterizo en nombre de Talaat Pasha —ubicado además justo frente a Armenia, país donde vive la herida más profunda del genocidio— ha generado indignación y alarma en círculos políticos y sociales armenios.

Desde Ereván, aún no ha habido una declaración oficial, aunque varios analistas señalan que esta iniciativa podría poner en peligro los frágiles avances del proceso de normalización de relaciones bilaterales, especialmente tras la histórica visita del primer ministro Nikol Pashinyan a Estambul en junio, y la esperada reunión con Ilham Aliyev en Dubái a finales de este mes.
En Turquía, esta propuesta de İYİ Parti también genera división. Aunque la formación se ha posicionado en el espectro del nacionalismo kemalista, la exaltación de figuras como Talaat Pasha contradice el discurso de sectores que abogan por una reconciliación regional basada en el reconocimiento histórico.
ONG de derechos humanos, tanto en Turquía como en Europa, ya han condenado el proyecto. La organización alemana Armenische Gemeinde, con sede en Berlín, calificó el intento como “una glorificación del crimen y una forma moderna de negacionismo que debe ser condenada por la comunidad internacional”.
La posibilidad de que el puesto de control de Alijan pase a llamarse “Puesto Talaat Pasha” es vista como una maniobra simbólica profundamente ofensiva, particularmente en un contexto donde las relaciones entre Ankara y Ereván siguen siendo extremadamente delicadas.
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