El economista y ganador del Premio Nobel, Daron Acemoğlu, ha lanzado una crítica contundente contra el monopolio de Google en la distribución de noticias digitales y su impacto negativo en la formación de una opinión pública saludable en la democracia. En un artículo publicado en el Financial Times, Acemoğlu expone cómo la dominación de Google sobre el sector de la publicidad digital está perjudicando no solo a los medios de comunicación, sino también a la estructura misma de la democracia.
Efectos Dañinos del Monopolio
Acemoğlu argumenta que el monopolio de Google en el ecosistema publicitario, que mueve 876 mil millones de dólares, ha llevado a una disminución de la competencia y un aumento de la desigualdad. Según él, esta situación ha desmantelado la viabilidad financiera de las organizaciones de noticias independientes, esenciales para mantener un debate público informado. «Mientras que la competencia está disminuyendo, la desigualdad está aumentando», advierte Acemoğlu, subrayando que el control de Google también ha facilitado que las redes sociales se conviertan en espacios tóxicos, alejando las noticias creíbles del debate público.
Analogía de Mercados Justos
Para ilustrar su argumento, Acemoğlu cita un exejecutivo de Google, quien compara la situación a un escenario en el cual un banco, como Citibank o Goldman Sachs, fuera propietario de la Bolsa de Valores de Nueva York. Este tipo de concentración de poder sería intolerable en cualquier otro sector, señala, sugiriendo que el mismo estándar debería aplicarse a la mayoría digital.
En el artículo, Acemoğlu también presenta una solución innovadora, proponiendo un impuesto del 50% para las compañías que generen más de 500 millones de dólares anuales en ingresos publicitarios digitales. Este impuesto, argumenta, debería ser destinado a apoyar medios independientes y crear espacios digitales públicos que fomenten la diversidad informativa.

Llamado a la Acción
El economista hace un llamado a las instituciones democráticas para que tomen el control del futuro digital, en lugar de permitir que los monopolios dictaminen las reglas del juego. Él destaca acciones ya emprendidas por la Unión Europea con leyes como la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios Digitales, a la vez que destaca la creciente necesidad de apoyo bipartidista en Estados Unidos para prácticas antimonopolio.
Acemoğlu concluye su artículo exhortando a Europa a actuar decisivamente: «Durante demasiado tiempo, Silicon Valley ha dictado las reglas de internet… al actuar para romper el monopolio publicitario de Google, Europa puede demostrar que las instituciones democráticas, y no los monopolios, deben forjar nuestro futuro digital».
Daron Acemoğlu, con su análisis incisivo, continúa abogando por el restablecimiento de un equilibrio en la esfera digital, donde las instituciones democráticas guíen las decisiones cruciales que impactan la calidad del diálogo público y el acceso a la información. Su llamado a la acción resuena como un paso necesario hacia un futuro donde la equidad y la diversidad informativa sean priorizadas sobre los intereses comerciales monopolísticos.
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