👷♀️💼 Armenia lanza un programa para subvencionar el empleo de personas vulnerables. El Estado pagará hasta AMD73.000 mensuales por trabajador a empleadores que cumplan los requisitos.
En un nuevo intento por combatir el desempleo estructural y fomentar la inclusión social, el Gobierno de Armenia aprobó un programa de subsidios dirigido a empleadores que contraten a personas consideradas vulnerables según el sistema nacional de evaluación. El plan, anunciado por la viceministra de Trabajo y Asuntos Sociales, Anna Zhamakochyan, busca integrar laboralmente a los miembros sanos de familias identificadas como “inseguras” por el sistema de protección social.
“El objetivo del proyecto es brindar oportunidades laborales reales a quienes más lo necesitan, promoviendo su autonomía económica y contribuyendo al desarrollo de las comunidades locales”, declaró Zhamakochyan durante la sesión gubernamental, según informó la agencia Armenpress.
En concreto, el Estado pagará 3.500 drams por cada día trabajado, lo que representa un subsidio mensual de hasta 73.000 drams (aproximadamente 180 dólares) por trabajador, siempre que este cumpla con 21 días laborales al mes. Los contratos serán firmados directamente entre los beneficiarios y los empleadores, y el programa tendrá una duración de entre tres y doce meses, según las necesidades del sector.
El programa no solo busca brindar empleo temporal, sino también ofrecer una experiencia formativa y de integración social. Se aplicará a una amplia gama de sectores, entre ellos:
Desarrollo urbano e infraestructura: reparación de escuelas, jardines de infancia, aceras y parques.
Servicios sociales y comunitarios: atención a personas mayores o dependientes.
Agricultura y silvicultura: cultivo, forestación y trabajos de riego.
Cultura y turismo: limpieza y mantenimiento de áreas cercanas a monumentos, museos, iglesias y rutas de senderismo.
Educación: asistencia a maestros y tareas técnicas o no especializadas en instituciones educativas.
Para participar en el programa, los empleadores deben cumplir ciertos requisitos: al menos tres años de operación continua en el sector respectivo y haber contado con un mínimo de diez empleados durante el último año. Esto busca asegurar que los beneficiarios se integren a entornos laborales estables, con capacidad para ofrecer condiciones mínimas de calidad y supervisión.
El Estado asume el compromiso económico de facilitar la contratación, pero los empleadores también deberán asumir parte de la responsabilidad, como el registro formal de los trabajadores y el cumplimiento de las normativas laborales vigentes.
Este programa se suma a otras iniciativas gubernamentales recientes orientadas a mitigar los efectos de la pobreza y reducir la dependencia estructural de los subsidios. Armenia aún enfrenta índices significativos de vulnerabilidad social, agravados por desplazamientos, tensiones geopolíticas y un mercado laboral informal extendido.
“Este modelo combina política social activa con estímulos económicos para el desarrollo comunitario. Cada trabajador contratado representa una familia menos dependiente del sistema de ayuda estatal”, subrayó la viceministra.
El Gobierno espera que esta iniciativa conecte a los sectores públicos, privados y comunitarios, al tiempo que proporciona soluciones prácticas para cientos de personas marginadas del mercado de trabajo.
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