Azerbaiyán bombardeó con fósforo blanco los bosques de Artsaj, poniendo en peligro hábitats de especies en peligro de extinción
Azerbaiyán bombardeó la república de Artsaj con fósforo blanco sobre sus bosques para evitar se refugian los civiles, destruyendo los hábitats de especies en peligro de extinción como el oso pardo, la cabra bezoar, los muflones, el lince, águilas y el Leopardo caucásico.
Armenia y Artsakh son conocidas por sus bosques primitivos, que se encuentran entre los bosques con mayor biodiversidad de la región. Considerada uno de los puntos críticos del mundo en términos de biodiversidad, la región alberga más de 6.000 especies de plantas, 153 especies de mamíferos y 400 especies de aves. Cientos de especies de plantas y animales en Artsakh también están incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El 30 de octubre, Azerbaiyán bombardeó la república de Artsaj con bombas de fósforo blanco como arma química sobre los bosques primitivos de Artsaj en un intento de quemar los bosques donde se refugian los civiles. El uso de armas químicas está reconocido internacionalmente como un crimen de guerra y sus efectos sobre el medio ambiente son devastadores.
Ante esta situación, 52 organizaciones ambientales armenias emitieron una declaración pidiendo a la comunidad ambiental internacional que tome medidas ahora para prevenir un ecocidio regional devastador.
El comunicado destaca que las municiones de fósforo blanco amenazan directamente la existencia de cualquier vida en la zona y los hábitats de especies en peligro de extinción de la región, como el oso pardo, la cabra bezoar, los muflones armenios, el lince euroasiático, los buitres, las águilas y el Leopardo caucásico de los cuales solo existen 1.000 en estado salvaje.
En su declaración, los grupos enfatizan que las municiones de fósforo blanco también se acumulan en el suelo y los ríos, contaminando las aguas subterráneas y amenazando a todas las personas y la vida silvestre que viven en la región en general. El uso de municiones de fósforo contradice las disposiciones de los principales convenios ambientales, como el Convenio de Berna, el protocolo de Nagoya, así como los convenios de Helsinki y Rotterdam, firmados tanto por Armenia como por Azerbaiyán.
Los grupos hacen un llamado a la comunidad conservacionista global para crear conciencia sobre el potencial de un desastre ambiental en Artsakh y la región en general y condenar el uso de municiones de fósforo en la guerra actual.
FUENTE: The Armenian Weekly
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