El Comisionado de la Diáspora Zareh Sinanyan, tras una polémica nacional, se desdijo de que Armenia promoverá la inmigración de los no armenios y ahora afirma que tampoco podrán repatriar a todos del Líbano.
La organización sin fines de lucro Minority Rights Group International estima que hay aproximadamente 270.000 personas de ascendencia armenia viviendo en el Líbano hoy, o alrededor del 4% de la población total del país.
No se sabe a ciencia cierta cuántos armenios con ciudadanía viven en el Líbano. Algunos calculan 60.000 y otros el doble.
En una entrevista con Radio Liberty en Beirut, Sinanyan reiteró su compromiso de aceptar a los armenios del Líbano que deseen trasladarse permanentemente a Armenia, diciendo que «la patria está esperando a todos los armenios con las puertas abiertas».
En los últimos días se conoció que 100 armenios libaneses se trasladaron a Armenia después de la explosión en Beirut.
Eso despertó fuerte criticas en los sectores conservadores y de la oposición, que veían que el gobierno promovía la inmigración de no armenios y no repatriaba a «los verdaderos armenios» que tenían ciudadanía.
El Gobierno aseguró que no era así, que solo traían ciudadanos de Armenia por cuestiones humanitarias, ya que era imposible, en este contexto, hacer una repatriación masiva.
«Hay 25.000 ciudadanos armenios viviendo en Líbano. No podemos saber que pasa con cada uno de los 25.000, si se sienten seguros, si tienen techo… Nosotros usamos esos tres aviones específicamente para traer a ciudadanos a Armenia», aseguró.
«Por un lado, está nuestro compromiso inquebrantable de repatriación, con la idea de traer a Armenia a cualquier armenios que viva en el exterior. Y por el otro este caso especial del Líbano, que no es repatriación», aclaró.
Según Sinanyan, esas familias ya tenían con quien quedarse en Armenia y se había comprobado que no tenían como quedarse en Beirut.
También dijo que por lo menos uno de los miembros de cada familia que voló de Beirut a Ereván tenía la ciudadanía armenia.
Respecto a las acusaciones de la oposición de que no estaban repatriando a todos los armenios que vivían en Beirut, Zareh Sinanyan aseguró que, como país, no podían alentar acciones de este tipo, porque se podría considerar que Armenia promueve alterar la demografía del pueblo libanés.
«Nos gustaría mucho distribuir viviendas gratuitas a quienes vienen, brindarles trabajo, los mejores paquetes económicos, sociales y de salud. Pero Armenia es Armenia, no somos Estados Unidos o Suiza. En cualquier caso, estamos dispuestos a hacer nuestro mejor esfuerzo».
Según el Comisionado Jefe de Asuntos de la Diáspora, Zareh Sinanyan, durante las próximas dos semanas el Gobierno reglamentará qué privilegios sociales, educativos y médicos tendrán los armenios libaneses que se mudaron del Líbano a Armenia.
Un viejo problema armenio: el extranjero como algo negativo
Todo el tema de la emigración resultó de una entrevista del 8 de agosto con CivilNet, en que el Alto Comisionado de Armenia para Asuntos de la Diáspora, Zareh Sinanyan, dijo que Armenia debería estaba lista para aceptar no solo a los armenios libaneses, sino también a los árabes cristianos y asirios que viven en el Líbano.
La declaración de Sinanyan provocó una tormenta de controversia en las redes sociales. Muchos fueron muy críticos con la idea, y otros de orientación nacionalista, llegaron a denunciar la propuesta como una “traición” a los valores nacionales.
Algunos creen que esa sensibilidad a la inmigración es porque los armenios tiene aún presente el dolor del genocidio armenio.
Pero otros creen que el armenio de hoy tiene una alta cuota de rechazo en su cultura actual contra los turcos y árabes, mientras que ve algo positivo lo ruso, pro sus décadas de vivir bajo la Unión Soviética.
Una encuesta realizada a principios de este año por la red de grupos de expertos de los Centros de Recursos de Investigación del Cáucaso sugiere que los armenios tienen sentimientos encontrados hacia hacer negocios y casarse con árabes.
Mientras que 57% de los encuestados armenios dijeron que «aprueban hacer negocios con un árabe», solo 13% aprobaron que las mujeres armenias se casen con un árabe.
Por el contrario, para los rusos étnicos, el grupo étnico más visto positivamente en la encuesta, es aprobado comercialmente por los armenios en 85% y 45% aprobó los matrimonios mixtos armenio-rusos.
La xenofobia y el aumento de la percepción negativa de lo extranjero es algo relativamente nuevo en Armenia.
Armenia siempre tuvo una política de puertas abiertas de larga data hacia los refugiados e inmigrantes de armenios, incluso antes de la caída de la Unión Soviética.
Por ejemplo, en un intento por reconstruir el país después de la Segunda Guerra Mundial, Armenia recibió a más de 100.000 armenios de la diáspora entre 1946 y 1949.
Más recientemente, Armenia acogió la llegada de más de 22.000 refugiados sirio-armenios que huyen de la actual guerra civil siria.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados considera que Armenia es uno de los países de acogida más grandes de Europa.
Según datos para los solicitantes de asilo sirios per cápita, con cinco refugiados por cada 1.000 habitantes.
No obstante, el número de no armenios que se trasladaron permanentemente a Armenia es extremadamente pequeño.
Armenia es, con mucho, el país étnicamente más homogéneo de la región, con más del 98% de la población que se identifica como armenia étnica.
¿Y que pasa son los armenios del Líbano?
Aunque ha habido una presencia armenia en lo que hoy es el Líbano durante siglos, la gran afluencia de armenios se produjo a raíz del genocidio armenio de 1915.
Muchos armenios libaneses viven en el barrio de Bourj Hammoud en Beirut, que ha surgido como un centro próspero y vibrante de la cultura armenia en la diáspora.
Bourj Hammoud resultó gravemente dañado en la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, que dejó más de 200 muertos y devastó gran parte de la ciudad.
Muchos libaneses con ciudadana armenia expresaron su disposición a vivir en Armenia.
Hakob Bagratuni, miembro del Parlamento libanés dice que en momentos como estos la gente quiere ir a lugares más seguros. «Anhelamos que Armenia sea ese lugar seguro para ellos».
Pero no piensa lo mismo el representante del Comité Central de la ARF, Hakob Bagratuni, quien teme que los armenios libaneses sufran mas necesidades en Armenia y terminen por irse a Europa.
«El corazón de cada armenio del mundo debe latir ahora en Beirut», dice Bagratuni, enfatizando la necesidad de apoyo material y moral para la comunidad. «El apoyo de Armenia es un soplo de aire fresco para nosotros … Ya sabes, inmediatamente después del desastre»
Lo mismo apuesta hace la Autoridad de Reconstrucción Libanesa, encabezada por el jefe de la diócesis, el arzobispo Shahe Panosyan, quien aseguró que comenzarán a reparar las casas destruidas y recién después a las estructuras comunitarias, como escuelas e iglesias.
«No abandonamos a la gente sin hogar hasta que se reconstruyeron las casas«, dijo. “No dejamos a nadie sin hogar. Ninguna persona estará sola. Especialmente en momentos de ansiedad tratamos de acompañarnos unos a otros»
Y mientras políticos y analistas discuten qué hacer para aumentar la población y como promover la repatriación de los que tiene la ciudadanía armenia, los debates mostraron que para este gobierno, como todos los anteriores, la única diáspora deseada es la que vive en Rusia.
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