El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev dijo esta semana que el conflicto de Nagorno-Karabaj también debería ser discutido…por Turquía, al igual que las realidades en la región. Entonces, ¿para qué está Armenia?

Según él, Moscú y Ankara tiene un muy buen diálogo, muy efectivo, que los presidentes de ambos países se comunican constantemente sobre este tema y que juntos tomaron la decisión de establecer un centro especial para monitorear la situación general en Aghdam, un centro que es manejado por los turcos, los azeríes y con asistencia azerbaiyana con el único objetivo de controlar que los armenios no ataquen.
Y lo controlan con drones rusos, los mismos modelos que «olvidaron» vender a Armenia para la ultima guerra de Karabaj.
Pero también dijo que el estatus de Karabaj no está resuelto, que no se puede discutir ahora y que será mejor hacerlo en el futuro. Y aprovechó para rematar con la estrofa preferida de Putín: si es tan importante el estatus, lo hubiera reconocido Armenia.
Los armenios tienen un problema: mientras gobierno y opositores compiten por ver quien demuestra más amor ruso, no creen en Putin (o no quieren creerle) y es necesario que Medvedev repita esas declaraciones: no habrá estatus, los problemas se resolverán con Turquía. Y Azerbaiyán es su «socio estratégico». Y punto.

Parece que los colonialistas pro rusos de siempre vuelven a tener Alzheimer y olvidan que tras la guerra de abril en Ereván, Medvedev nunca contestó la solicitud de suministros de armas que le pidiera Armenia o que en su visita posterior a Bakú afirmara que si debía elegir entre congelar el conflicto de Karabaj y una guerra, elegiría la guerra.
Mientras tanto, la situación política interna en Armenia no da para más. Mientras Nikol Pashinyan ya no puede ocultar sus errores y comete nuevos cada vez que abre la boca, los opositores, los medios y la iglesia piden a gritos tomar el poder con argumentos cuidadosamente escritos por el embajador ruso en Ereván, Sergei Kopirkin, quien tiene más agenda diaria que el pintado presidente armenio, que está de vacaciones en Londres con Covid.