Armenia inauguró oficialmente su Embajada en Tel Aviv, en la simbólica fiesta del Rosh Hashaná, en una buena jugada diplomática. En un año cargado de covid-19, reclamos armenios por ventas de armas a Azerbaiyán, tensas relaciones entre Irán y Bakú y promesas de alianzas defensivas entre Ereván y Teherán, la realpolitik se impone al momento de señalar quien es aliado o enemigo.
El jefe del departamento Eurasia-2 del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Yitzhak Carmel-Cohen asisitó a la ceremonia que brindara el embajador Armen Smbatyan; quien destacaba el simbolismo de inaugurar la embajada comienzan vísperas del Año Nuevo según el calendario judío. Y hasta dijo «¡Feliz y bendito Año Nuevo! ¡Shana tova – hatima tova!» en hebreo.
Carmel-Cohen agradeció el gesto y destacó que con la nueva sede diplomática ambos paises podrán tener un diálogo abierto y constructivo.
En una breve entrevista con vesty, el embajador resaltó que Armenia e Israel comenzarán un movimiento conjunto de intensas relaciones interestatales bilaterales. Y remarcó: trabajarán en los «proyectos humanitarios que actúan como motor y catalizador» de este nuevo inicio.

Un nuevo inicio para Armenia e Israel
Es conocido que las relaciones armenio-israelíes son frías desde hace tiempo, lo que refleja las diferentes prioridades geopolíticas de los dos estados.
Hasta ahora, Israel ve a Armenia como un país satélite de Rusia, con cero valor geopolítica y además, amigo de su archienemigo, Irán.
Por su parte, Armenia no le daba importancia a las relaciones con Israel, a tal punto que hasta este año, su embajador residía en Paris. Pero, ¿como fueron las relaciones hasta ahora?
Israel y Armenia establecieron relaciones diplomáticas desde que este último declaró su independencia de la Unión Soviética en 1991.
De 1993 a 2007, el Embajador de Israel en Armenia trabajó desde Georgia, a pesar de que Tsolak Momjyan fue nombrado Cónsul Honorario en Jerusalén en 1996.
Luego, la embajada se trasladó a Jerusalén.
En los últimos años, recién se realizaron varias visitas oficiales de alto nivel de los líderes armenios a Israel.
En enero de 2000, el presidente Robert Kocharian llegó a Israel y se reunió con altos funcionarios, incluido el ex primer ministro israelí Ehud Barak. Ambas partes acordaron fortalecer su relación y firmaron un acuerdo sobre salud e inversión bilateral.
En 2003, los católicos de todos los armenios Karekin II visitó a Yona Metzger, entonces el principal rabino Ashkenazi de Israel; a su vez, Metzger aceptó la invitación de Karekin II para realizar una visita de regreso a Armenia.
La visita se realizó en 2005, incluyendo una visita a al Memorial del Genocidio Armenio en Ereván, Tsitsernakaberd. Con este acto, reconoció formalmente el genocidio armenio como un hecho histórico.
Luego, en 2014, el embajador israelí en Armenia con residencia en Jerusalén, Shmuel Meirom declaró que Israel quería introducir un régimen sin visado para los pasaportes diplomáticos.
En septiembre de 2017, visitó Armenia un grupo parlamentario de amistad israelí-armenio. Este se reunió con el entonces canciller armenio Edward Nalbandyan, y discutió temas de relaciones bilaterales y la conclusión de acuerdos bilaterales.
También se discutieron las cuestiones del reconocimiento por parte de Israel del genocidio armenio de 1915, lo que aún no ha hecho.
En septiembre de 2019, se conoció la intención de Armenia de abrir su embajada en Jerusalén. El entonces presidente armenio Sargsyan firmó la orden de nombramiento de un enviado a Israel el 25 de febrero de 2020, ratificando así la decisión del gobierno de septiembre de 2019.
La decisión fue aclamada por los líderes israelíes pero criticada por algunos funcionarios en Irán, un socio extranjero clave de Armenia. El embajador armenio en Irán, Artashes Tumanian, tuvo que salir a expresar que Ereván seguía comprometido con su relación «amistosa» con la República Islámica.
Y recién a finales de febrero de este año, la residencia del Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Armenia en Israel, Armen Smbatyan, fue trasladada de Ereván a Tel Aviv por decreto del Presidente de Armenia.
Algunos analistas ven como principal motivo, que Armenia busca detener la venta de armas de Israel a Azerbaiyán. Ereván viene expresando desde principios de año su preocupación por la venta de armas avanzadas a Azerbaiyán. Parece que las compañías de defensa israelíes aumenta año a año el volumen de entrega, desde hace una década.
«Israel debe detener este negocio mortal con Azerbaiyán«, pidió el canciller armenio Zohrab Mnatsakanian luego de los combates mortales que estallaron en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán en julio.
Tal vez el mismo reclamo debería hacer el canciller a Rusia, le contestaron los medios israelíes.
La relación de hermandad entre Israel Azerbaiyán
Azerbaiyán posee una ubicación estratégicamente inmejorable. Situado en la región petrolífera del Mar Caspio, es cortejado por gobiernos occidentales que buscan una alternativa a Rusia como fuente de importaciones de energía.
Israel es uno de estos clientes que a cambio de petróleo vende grandes cantidades de armamento sofisticado a Azerbaiyán.
Gran parte de las compras petroleras de Israel – 40% – se desplazan a través del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC), que corre desde Bakú a través de Georgia, y termina en Turquía.
Igualmente importante para Israel es la frontera sur de Azerbaiyán con Irán. Esto hace que sean aliados naturales Israel e Azerbaiyán, ya que ambos países ven a Irán como una amenaza existencial.
Pero para Azerbaiyán, hay un extra: Armenia.

Además de la contención conjunta de Irán y el acceso a la alta tecnología militar, Israel le brinda a Bakú algo muy apetecible. el bloqueo de la poderosa diáspora armenia en Estados Unidos por el lobby judío.
Pero la cooperación va más allá de esto. La ubicación de Azerbaiyán hace que sea una puerta trasera natural en Irán. Hay informes que indican que todas las actividades de espionaje encubiertas israelíes llevadas a cabo contra Irán se basaban en Azerbaiyán.
Irán acusa cada tanto a Azerbaiyán de colaborar con el Mossad israelí y de actuar como una casa de seguridad para sus operaciones.
Y los analistas aseguran que – por la proximidad de Azerbaiyán a Irán – ese país es un gran aeródromo para el reabastecimiento de aviones israelíes si decidieran atacar objetivos en Irán.
Turquía añade otra pieza al este arreglo complejo. Antes, eran una alianza. Tras un enfriamiento a largo plazo de las relaciones entre Ankara e Israel – debido en gran parte al incidente del Mavi Marmara en 2010 – Azerbaiyán se vio presionado a distanciarse de Israel.
Pero no funcionó. Aunque la conexión cultural entre Azerbaiyán y su «hermano» Turquía es cercana, la conveniencia regional causaron que Bakú se atuviera a su alianza con Israel.
Un inicio armenio de realpolitik
Uno de los temas que mas molesta a Israel de su relación con Armenia no es la venta de armas a Azerbaiyán. En definitiva, es un negocio que lo hace hasta el teórico aliado de Armenia, Rusia.
El tema crucial es Irán. Y si se pusiera Armenia y Azerbaiyán en una balanza, la preferencia israelita sería para los azerbaiyanos.
Un cable diplomático de EEUU. de 2009 hecho público por Wikileaks – que fue enviado por el consejero político/económico de Washington en su embajada en Bakú en ese momento, Rob Gaverick – resumía los intereses de Israel: “Las relaciones de Israel con Azerbaiyán se basan fuertemente en el pragmatismo y en una aguda apreciación de las prioridades. El principal objetivo de Israel es preservar a Azerbaiyán como aliado contra Irán, como plataforma de reconocimiento de ese país; y como mercado de material militar”
Puesto así, Israel no quiere mirar demasiado de cerca a la política interna de Azerbaiyán: la realpolitik es la tendencia común en las relaciones exteriores de Israel.
Algo que tampoco quiere que suceda Armenia, en definitiva, cuando afirma constantemente que sus relaciones con Irán son estratégicas, comerciales y de defensa.
En este juego de la realpolitik, pareciera que para cuidar los propios intereses, los amigos se alían con los enemigos. Israel lo hace, Azerbaiyán lo hace y esperemos que Armenia también.