SoyArmenio
Como parte de una creciente campaña de intimidación de críticos, opositores y disidentes, Turquía emitió nueve órdenes de arresto contra la leyenda del fútbol turco Hakan Sukur, devenido en político opositor que tuvo que huir de su país por las persecuciones del presidente Erdogan. Hoy vive en Washington, trabajando como conductor de Uber.
Según documentos oficiales fechados el 12 de julio de 2021 obtenidos por Nordic Monitor, los fiscales turcos buscan la detención de Hakan Sukur, residente en EE.UU., por difamación y terrorismo, los dos cargos penales más utilizados por el gobierno del presidente islamista Recep Tayyip Erdogan para sofocar la disidencia.
El máximo goleador de 50 años de la SuperLiga turca se convirtió en blanco del presidente Erdoğan, entonces primer ministro, cuando renunció al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en 2013 en protesta por la interferencia del gobierno en las principales investigaciones de corrupción que incriminaron a Erdogan y su círculo íntimo.
Como legislador independiente, Sukur se convirtió en un crítico vocal de Erdogan y sus políticas de gobierno. Sin embargo, la oposición de Hakan Sukur tuvo un costo. Bajo las órdenes de Erdogan, su contrato con la Lig TV controlada por el gobierno, donde Sukur había estado dando comentarios de fútbol, se rescindió y su nombre fue retirado de un estadio en el distrito de Sancaktepe de Estambul en abril de 2014.
Lo que es más, los fiscales leales iniciaron múltiples investigaciones criminales sobre él por cargos falsos y pruebas dudosas como parte de tácticas alarmistas. Casi la mitad de las órdenes de detención pendientes contra él se basan en la supuesta difamación del Presidente Erdoğan.
Algunas órdenes de detención emitidas contra Sukur se originaron a partir de cargos de terrorismo debido al apoyo de Hakan Sukur a los periodistas encarcelados.
Otros cargos provienen de su supuesta afiliación con el movimiento Gülen, un grupo cívico que es crítico con el régimen de Erdoğan.
En su breve paso por la política entre 2011 y 2013, actuó como un legislador que estaba tratando mejores relaciones entre Turquía y otros países. Con su herencia étnica albanesa, Hakan Sukur, dirigió el grupo de amistad interparlamentario turco-albanés.
Más tarde fue elegido presidente del grupo de amistad turco-italiano. Sukur, que habla italiano, fue jugador de los clubes italianos Torino, Inter y Parma.
Al final, perseguido y acosado, terminó renunciando en protesta por la política de partidos y la corrupción en el gobierno de Erdogan. Se mudó a los Estados Unidos para escapar de un encarcelamiento falso y actualmente vive allí con su familia.
Ahora, el exjugador vive en Washington, trabaja como conductor de Uber y vende libros para ganarse la vida. Todo ello, incluso, después de haber abierto una cafetería que tuvo que cerrar al poco tiempo tras fotografiarse con un fan que, posteriormente, sería encarcelado también en Turquía. «No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo«, cuenta, según informa SoyArmenio.
