El presidente de la Corte Suprema de Irán, Gholam Hossein Mohseni-Ejei, anunció el lunes la liberación anticipada de 975 mujeres de las cárceles, incluidas las arrestadas durante las protestas que arrasaron el país.
Según TASS con referencia a la agencia Mehr, esta decisión está programada para coincidir con el cumpleaños de Fátima, la hija del profeta Mahoma, que se celebró el viernes 13 de enero. En Irán, esta fecha también se celebra como el Día de la Madre.
“Aconsejo a quienes recibieron la libertad anticipada que tengan cuidado y no vuelvan a pisar el camino equivocado, lo que implicará una sanción más severa”, advirtió el titular del Poder Judicial.
Como señaló Mohseni-Edjei, «el entorno social puede tener un efecto beneficioso sobre los ex presos y desempeñar un papel positivo en el proceso educativo».
En total, según el organismo, desde el 9 de enero las autoridades liberaron a unas 4.000 personas con motivo del cumpleaños de Fátima.
El 28 de diciembre, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, acusó a Estados Unidos y a los países occidentales de incitar a las protestas antigubernamentales en Irán mediante la difusión de rumores y desinformación. Raisi prometió que «no habrá piedad para los traidores».
El 26 de diciembre, los fiscales iraníes informaron que el 83% de los manifestantes de Teherán que habían sido detenidos por la policía y las fuerzas de seguridad desde septiembre pasado habían sido liberados por las autoridades. El comunicado señaló que en los últimos tres meses, los jueces a cargo de casos de alborotadores realizaron 2.239 visitas a prisiones y realizaron entrevistas personales con presos.

Como señala SoyArmenio, los disturbios se apoderaron de Irán después del funeral de Mahsa Amini, de 22 años, el 16 de septiembre. Esta niña kurda fue detenida por la policía religiosa por llevar el hiyab o velo de forma incorrecta. Según la versión oficial, durante el interrogatorio sufrió un infarto, del que murió. Sin embargo, circuló información en las redes sociales de que Amini había sido golpeado por la policía.
Activistas que se oponen al uso obligatorio del hiyab, un velo que cubre la cabeza de las mujeres musulmanas, tuvieron un papel destacado en las protestas callejeras. En varios campus universitarios se escenificaron escenas de quema pública de hijabs. En respuesta, las autoridades realizaron detenciones en las filas de la juventud estudiantil.
El 10 de enero, después de que disminuyeran los disturbios, el fiscal general iraní, Mohammad Jafar Montazeri, ordenó a la policía que hiciera cumplir estrictamente el código de vestimenta para las mujeres, prescrito por una ley de 1983. Además de las multas previstas en el código penal islámico, los infractores se enfrentan a penas de prisión de diez días a dos meses. Según Montazeri, «les espera un castigo más grave a quienes convencen y alientan a otros a negarse a usar el hiyab». Pueden ser condenados a penas de prisión que van desde un año hasta 10 años.
Comments