Debido al calentamiento global, el lago Urmia en Irán se secó y se convirtió en un desierto de sal. Lo informa Yeni Safak.
Alguna vez sirvió como un destino popular para los turistas que viajaban en ferry, pero la sequía ha provocado su desaparición.

Como informara SoyArmenio, en la década de 1990, el lago Urmia tenía una superficie de 5.400 kilómetros cuadrados y era conocido como el lago salado más grande de Oriente Medio, así como uno de los pocos lagos salados del mundo.
Sin embargo, en 2013 comenzó a secarse.
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