A lo largo de los años, el gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan estuvo involucrado en muchas acusaciones de corrupción, pero nada mas misteriosa como la inversión de la compañía turca Gubretas en la Razi Petrochemical de Irán, como cuenta Cevheri Güven en minuto turco.

Quién hubiera pensado que 29 acusados condenados a cadena perpetua por un grupo llamado Salam Tevhid, fueran acusados por “supuestamente” conspirar con FETO para un golpe de Estado, sacando así a relucir la punta de un iceberg que comenzó décadas antes con la compra de una empresa turca a otra iraní.
De pequeña a gran empresa con apoyo del gobierno
En 2008, una ignota compañía turca llamada Gübretaş invirtió US$681 millones en la compra de Razi Petrochemical en Irán. Fue la mayor adquisición extranjera en la historia de Turquía. Esto motivó preguntas de la oposición al gobierno que nunca obtuvieron respuestas por que era un tema “secreto de estado”.
Gübretaş fue creada por el estado turco en 1952 para fabricar fertilizantes agrícolas. En 1993 la empresa fue privatizada y adquirida por las Cooperativas de Crédito Agrícola de Turquía (TTKKMB), una entidad que, si bien tiene agricultores, lo maneja el Ministerio de Agricultura.

En 2008, la compañía dijo que extendería sus operaciones en el extranjero mediante la adquisición de Razi Petrochemical, un productor de fertilizantes de Irán que justo estaba siendo privatizado. Gübretaş pagó por US$681 millones por la empresa iraní a través de un consorcio formado por dos filiales que el gobierno turco se negó a revelar.
Debido a sus inversiones en Irán, Gübretaş quedó bajo escrutinio y restricciones en varios estados de Estados Unidos.
Con sus 2.700 empleados, Razi Petrochemical es hoy considerado el mayor fabricante de fertilizantes en Irán y Oriente Medio. Lo maneja İbrahim Yumaklı, un periodista pro Erdogan que anteriormente ocupó cargos en Al Jazeera Turquía y la agencia de noticias estatal Anadolu.
Dos firmas que se mantienen en secreto
El periodista Adem Yavuz Arslan, cree que los asociados de Erdogan están involucrados en esta adquisición, que se llevó a cabo a pesar de las sanciones de Estados Unidos contra Irán.
Arslan afirma que las dos empresas no reveladas por el Ministerio de Agricultura son Asyagaz y Tabosan. La primera se creó solo 20 días antes de la adquisición y la segunda estaba en bancarrota, pero ambas recibieron préstamos por millones de euros de los bancos estatales turcos Vakıfbank y Halkbank, para la adquisición de Razi Petrochemical.

El accionista más importante de Asyagaz es İhsan Arslan, un hombre con vínculos con Irán y considerado como uno de los financieros de Erdoğan.
El otro socio de Asyagaz es Hakkı Selçuk Şanlı, el asesino del periodista Uğur Mumcu, quien fue sentenciado a 12 años y seis meses de prisión por su participación en el asesinato
Otro detalle significativo sobre Şanlı es que es pariente de Faruk Koca, el propietario de la casa en la que Erdogan vivió durante años como inquilino antes de la construcción de su lujoso palacio actual.
El punto débil de Erdogan
Todo esto salió a la luz de forma muy casual. Una investigación a la presunta organización terrorista Selam Tevhid, acusada de orquestar asesinato de periodistas seculare, terminó por desarrollar acciones en cascada.
La investigación cobró impulso en 2012 cuando la esposa de un miembro de la organización presentara documentación a la policía tras una disputa con su esposo. Allí se supo que él y su hijo trabajaban para la compañía de fertilizantes iraní recién comprada y que su propietario, Faruk Koca, tenía estrechas relaciones con Erdoğan.

Cuando la policía de Estambul llevó el caso Selam Tevhid ante el fiscal, la reacción del gobierno fue inusitada: los policías y fiscales que estaban en el caso fueron removidos de sus cargos. Y un fiscal nombrado por Erdoğan exigió y consiguió cadenas perpetuas en 2020 para todos los involucrados, bajo losa cargos de intentar derrocar al gobierno.