No hubo milagro de Año Nuevo, la carretera que conecta Artsaj con el mundo permanece cerrada durante 22 días. Muchas tiendas en Stepanakert ya ni siquiera están abiertas.

“Los comercios pequeños no han abierto, no tienen productos. Los grandes todavía lo tienen hasta cierto punto, las grandes tiendas están abiertas, tienen mercancía guardada, la sacan regularmente, van dando poco a poco. La gente también ha creado reservas para que puedan durar mucho tiempo», dijo uno de los residentes, Gayane Arstamyan.
Gayane Arstamyan, residente de Stepanakert, dice que saben que el objetivo de los azerbaiyanos es oprimirlos psicológicamente.
En las familias con un niño pequeño, un anciano o un enfermo, las preocupaciones se agudizan naturalmente: no hay frutas y verduras en las tiendas, y los pequeños las necesitan, no hay medicina, los enfermos crónicos viven con eso.
Y los azerbaiyanos que bloquearon el camino a Lachin aún no muestran signos de irse, están mostrando una celebración de Año Nuevo: decoraron un árbol de Navidad, colocaron un muñeco de nieve, lanzaron fuegos artificiales en la víspera de Año Nuevo y siguieron por sus celulares el mensaje de fin de año de su líder.
Como informara SoyArmenio, el corredor de Lachin, el único enlace de transporte entre Nagorno-Karabaj y el mundo exterior, está bloqueado por azerbaiyanos desde el 12 de diciembre, que exigen detener la producción minera que realizan los armenios de Artsaj.
Según la declaración tripartita de los líderes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán del 9 de noviembre de 2020, el corredor de 5 km de ancho debería estar bajo el control del contingente ruso de mantenimiento de la paz, pero Moscú no actuó contras los activistas azeríes, dejando atrapadas a mas de 120.000 personas, incluidos 30.000 niños.
En la actualidad, la república vive en un modo de ahorro de recursos, alimentos, medicinas y otros bienes vitales.
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