En medio de desacuerdos con Ereván, el presidente de Karabaj estableció por decreto nuevas reglas para publicar o difundir información en la prensa bajo la ley marcial que será cumplimentada por la policía.
Por lo tanto, de acuerdo con el decreto, la información de carácter militar y no militar, pero relacionada con la seguridad del Estado, la situación en la frontera de Karabaj, las publicaciones sobre equipos militares, fuerzas armadas y otras tropas ahora deben aparecer exclusivamente con un enlace oficial proporcionado por agencias gubernamentales, que refleja completamente la información oficial, sin editar.
Está prohibida la «propaganda dirigida contra la capacidad de defensa y la seguridad de Artsaj». Las declaraciones oficiales sobre los mensajes las hacen el presidente de Karabaj, los organismos estatales autorizados de la esfera pertinente, y otras personas pueden hacerlo en nombre del presidente de Karabaj.
Además, en el marco de sus atribuciones, los funcionarios y representantes de los órganos de la administración estatal pueden hacer declaraciones y comentarios sobre los informes únicamente de acuerdo con las posiciones acordadas con el principal departamento de información del aparato presidencial.
El control del cumplimiento de las normas lo lleva a cabo la policía de Karabaj, y la violación de los cánones puede dar lugar a responsabilidad tanto administrativa como penal.
Esto se produce en el contexto de la dura reacción de Stepanakert a las recientes declaraciones del primer ministro armenio.
Pashinyan, en particular, reconoció su culpa por no admitir ante la sociedad hace 3 o 4 años lo que la comunidad internacional esperaba incluso antes de la guerra de 2020: entregar 7 regiones alrededor de Karabaj a Azerbaiyán, y bajar el listón (pretensión) del estatus independista de Karabaj al de reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán por un estatus cultural autónomo.

Luego, el presidente de Karabaj celebró una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad, en la que señaló que la reunión se llevó a cabo a pedido de representantes de varias organizaciones públicas, ya que la declaración de Nikol Pashinyan sobre bajar el listón era motivo de preocupación. Luego, condenaron duramente al primer ministro armenio y hasta discutieron pedir ser parte de Rusia.