Bakú hace juicio a dos civiles armenios capturados ilegalmente

Un Tribunal de Bakú inició el juicio a los civiles armenios capturados ilegalmente Gevork Sudzhan y David Davtyan, por espionaje contra Azerbaiyán durante la guerra de 44 días en Nagorno-Karabaj.

Tanto Gevork Sujyan como su amigo David Davtyan son ciudadanos de Armenia y civiles, miembros de la ONG benéfica «Nueva Armenia Patria – Diáspora».

Durante la guerra, Sujyan brindó asistencia humanitaria a la población de Nagorno-Karabaj; y una vez finalizada la lucha, decidió familiarizarse con la situación en el lugar.

Si bien Azerbaiyan se niega a revelar en qué circunstancias capturaron a los civiles, la Oficina del Defensor de los Derechos Humanos de Armenia asegura que sucedió en el tramo de la carretera Berdzor-Shushi en territorio del corredor Lachin, que, según la «carta» del Acuerdo Trilateral del 9 de noviembre, cayó bajo el control del ejército azerbaiyano.

Según Trend, el juez dijo que si los resultados del juicio prueban la culpabilidad de los acusados, pueden ser encarcelados hasta por 15 años. La agencia azerí también publicó que «los acusados ​​Davtyan y Sujyan admitieron parcialmente su culpa, diciendo que cruzaron ilegalmente la frontera estatal de Azerbaiyán«.

Davtyan y Sujyan fueron acusados ​​en virtud de los artículos 228 (posesión ilegal de armas); 276 (espionaje); 279 (creación de formaciones o grupos armados no previstos por la ley); y 318 (cruce ilegal de la frontera estatal); según el Código Penal de Azerbaiyán, según informa SoyArmenio.

¿Porqué Azerbaiyán hace un juicio ilegal?

Esta farsa de juicio organizada por Ilham Aliyev contra prisioneros de guerra y civiles, contradice estrictamente los acuerdos trilaterales sobre Artsaj.

Según el gobierno, tiene como objetivo aumentar la presión sobre Armenia para que firme un acuerdo de paz; sin pasar por el formato de arreglo internacionalmente reconocido bajo los auspicios del Grupo de Minsk de la OSCE

Es por eso que incluso los representantes de misiones caritativas armenias cayeron bajo los artículos de «crímenes especialmente graves» en un tribunal de Bakú.