Hace unos días, el Comisionado Jefe para Asuntos de la Diáspora, Zareh Sinanyan, participó en el marco de la Conferencia Mundial de la Diáspora de Chipre, en la que señaló que no hay que olvidar que la tarea es que los armenios elijan volver a Armenia para vivir.
Los delegados debatieron que características en común tienen las diásporas y qué modelos de trabajo y oportunidades de interacción con el Estado. Luego, dijo que es un tema no solo de competencia estatal, sino también de las propias diásporas.
«En estas conferencias, además de los funcionarios estatales, también deberían participar representantes de la diáspora. Ese proceso está todavía en su infancia. Además de estos dos países, también tienen previsto cooperar con los departamentos que se ocupan de los asuntos de la diáspora en Polonia y Egipto», afirma el comisario.
Por ejemplo, Zareh Sinanyan señaló que las diásporas de Chipre y Grecia también enfrentan desafíos de seguridad nacional similares a los de Armenia, porque los tres están relacionados por sus malas relaciones con Turquía y Pakistán.

También hay diferencias, señala.
«La diáspora griega, por ejemplo, es una diáspora mucho más integrada y que gestiona los recursos económicos. Hay muchos congresistas, otros funcionarios, etc. de ascendencia griega en los tribunales superiores de Estados Unidos y otros países. También hay muchos megamagnates griegos, pero hay un problema: les falta motivación. Los representantes de la diáspora tanto de Chipre como de Grecia no tienen mucha conexión con sus comunidades. Por eso, por ejemplo, los griegos en Estados Unidos a menudo miran con asombro nuestra diáspora, nuestra unidad, lo cual, en realidad, no es así. También se diferencian en que las diásporas griega y chipriota se concentran en países de habla inglesa, mientras que nuestra diáspora está más extendida».
Como informara SoyArmenio, hablando de las relaciones con la diáspora y de los años de experiencia de diferentes países, el Comisionado Jefe destacó que la tarea debería ser que los armenios eligieran a Armenia para vivir, como lo hicieron los israelíes. Y podemos hacerlo después de hacer una revolución en la diáspora y ser más sinceros con la diáspora.
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