El canciller de Rusia Sergei Lavrov, discutió por teléfono con su homólogo armenio, Ararat Mirzoyan, el curso y las perspectivas para la implementación de acuerdos trilaterales entre los líderes de Armenia y Azerbaiyán, quienes terminaron ayer una reunión en Bruselas sin su participación.
“Las partes discutieron en detalle el progreso y las perspectivas para la implementación de los acuerdos trilaterales entre los líderes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán con fecha 9 de noviembre de 2020, 11 de enero y 26 de noviembre de 2021. Se acordó continuar los contactos en un futuro próximo” informa hoy, 2 de septiembre, el servicio de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
La cancillería rusa precisó que la conversación se llevó a cabo por iniciativa de la parte armenia.
Como informó SoyArmenio, luego de las conversaciones en Bruselas el 31 de agosto, el primer ministro Nikol Pashinyan y el presidente Ilham Aliyev llegaron a una serie de acuerdos. Las partes expresaron su intención de continuar las discusiones sustantivas sobre el desarrollo del texto del tratado de paz, e instruyeron a sus cancilleres a celebrar una reunión dentro del próximo mes.

El superproblema de Ereván
Si bien oficialmente el tema de conversación fue el tema de la estabilidad y la seguridad en el Cáucaso, la llamada telefónica sigue en realidad a la reunión Michel-Pashinyan-Aliev en Bruselas el 31 de agosto, tras la cual el presidente de la CE anunció que las partes acordaron trabajar a nivel de ministros de Asuntos Exteriores para desarrollar el contenido del «acuerdo de paz».
Sin embargo, desde un punto de vista práctico, lo más probable es que estas declaraciones tengan un carácter general y, en términos de objetividad, la situación quizás esté completamente alejada de la lógica del trabajo conjunto, por varias razones.
En ese sentido, la situación probablemente seguirá estando en el campo del «trabajo separado» y aquí mucho depende de cómo podrá trabajar Ereván y cómo podrá trabajar Moscú. o con Bruselas, con el fin de combinar los dos procesos tanto como sea posible y poder cumplir con eficacia la tarea de proteger los intereses armenios y los intereses en ellos. Desde ese punto de vista, las valoraciones de que Ereván debería tratar de orientarse entre Bruselas y Moscú por la llamada lógica de preferencia no solo están lejos de la realidad, sino que también son peligrosas en la práctica.
El problema de Ereván es luchar por la máxima eficacia de la combinación. Y posiblemente esta iniciativa de llamar a Moscú, tenga una tendencia a resolver ese problema.
Además, el tema de la relación Bruselas-Moscú en general es bastante relativo, sobre todo en torno al acuerdo nuclear iraní. Hoy se informó que a pesar de los esfuerzos aparentemente efectivos de la Unión Europea, no se está logrando un acuerdo entre Irán y EE. UU., al menos por ahora, y es posible que las discusiones se pospongan hasta mediados de noviembre. Por cierto, quizás deba señalarse aquí que después de la reunión de Bruselas, se anunció que la próxima reunión, con la mediación de Charles Michel, está prevista para noviembre.