El 26 de mayo de 2020 y a 16 años del asesinato, el TEDH sentenció que Azerbaiyán violó la Convención Europea al liberar al “asesino del hacha” Ramil Safarov. Los dos países apelaron: Azerbaiyán por incongruentemente y Armenia, por que no se condenó la complicidad a Azerbaiyán.
Armenia apeló la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en el caso del asesinato de Gurgen Margaryan.
Pidió que Azerbaiyán expresamente sea acusado, junto con el asesino Ramil Safarov, de co responsibilidad al instigar el odio racial.
La apelación fue presentada por los abogados de los demandantes Siranush Sahakyan y Levon Grigoryan.
El tribunal dictaminó en mayo de 2020 que, efectivamente, Azerbaiyán violó la Convención Europea de Derechos Humanos al liberar al oficial extraditado. También determinó que, aunque Azerbaiyán aprobó claramente las acciones de Ramil Safarov -promoviéndolo de cargo, pegándole salarios atrasados, nombrarlo héroe nacional y regalándole un apartamento- no podría ser considerado co responsable bajo las estrictas normas de derecho internacional, que requieren que un estado “reconozca” tales actos “como propios”.
De esta forma, el TEDH consideró que no había ninguna justificación para que Azerbaiyán no aplicara el castigo a Ramil Safarov. De facto, consideró que fue darle impunidad a un asesino motivado por odio étnico. Pero de ahí a culpar al propio país, no vieron una clara cadena de mando.
Declaraciones de abogados armenios
Aunque, en general, el veredicto fue una victoria para Armenia, hay algunos matices. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos no atribuyó el intento de asesinato de Gurgen Margaryan a Azerbaiyán como país. Citó el TEDH el veredicto húngaro de que Safarov actuó como un particular.
El Tribunal Europeo también absolvió a Hungría, que extraditó a Safarov. Pero para los armenios, se presentaron motivos suficientes para responsabilizar al estado azerbaiyano del asesinato.
“Por lo tanto, no es el individuo de Safarov quien debe rendir cuentas por el asesinato, sino el estado de Azerbaiyán. La mayoría de la Corte Europea no compartió nuestras opiniones sobre este tema, no atribuyó el asesinato a Azerbaiyán ni nos permitió argumentar. Además, hay una opinión especial de un autor muy conocido, que comparte el enfoque de que el asesinato debe atribuirse a Azerbaiyán”.
Un tribunal húngaro condenó al asesino a cadena perpetua, pero Hungría más tarde lo extraditó a Bakú.

Allí Safarov no solo fue liberado, sino que también recibió altos premios del presidente Ilham Ali. Después de ser extraditado a Azerbaiyán, Safarov fue recibido como un héroe.
“El estado asume así toda la responsabilidad. Si él era solo un oficial y no merecía tal honor y heroísmo, tal vez la opinión de que actuó como un individuo era correcta y el estado no es responsable. Pero en este caso, el Estado confirmó que estaba de acuerdo con sus acciones, lo apoyó “materialmente” y “moralmente”. Por eso creo que Azerbaiyán tiene toda la responsabilidad por el asesinato”, dijo Makuchyan.
La decisión de la Corte Europea se apelará ante la Gran Sala de la CEDH, según informaran luego los abogados de las víctimas.
El caso de Ramil Safarov, el asesino del hacha
En enero de 2004, Gurgen Margaryan y Hayk Makuchyan viajaron a Budapest para un curso de inglés patrocinado por la OTAN .
Fueron recibidos por la Universidad de Defensa Nacional de Hungría, así como participantes de cada una de las ex repúblicas socialistas soviéticas,
El 19 de febrero de 2004, uno de los participantes azerbaiyanos, Ramil Safarov, asesinó a Gurgen Margaryan mientras dormía decapitándolo con dieciséis heridas de hacha. Luego, Safarov intentó irrumpir en la habitación de Hayk Makuchyan, gritando insultos étnicos, pero la policía lo detuvo rápidamente.
Ramil Safarov admitió más tarde que asesinó a Gurgen Margaryan debido a su origen armenio. No mostró ningún remordimiento por el asesinato y se consideró a si mismo, en el juicio, un héroe.
Al principio, Safarov justificó sus acciones diciendo que ers la región de Jebrail. Esa región, tras la guerra de Karabaj, forma parte hoy de la republica de Artsaj.
Más tarde se desdijo y, durante el juicio, dijo que Margaryan y Makuchyan se burlaban y lo provocaron. Esto no resultó cierto.
Pero sí se demostró que Ramil Safarov había comprado, días antes, un hacha en una tienda local. El planeaba matar a los dos soldados armenios como una enfermiza conmemoración al inicio de la guerra; un conflicto que aún perdura entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio de Nagorno Karabaj.
El 13 de abril de 2006, el Tribunal de la Ciudad de Budapest declaró a Ramil Safarov doblemente culpable: por el asesinato premeditado “en circunstancias atenuantes” de Gurgen Margaryan y de preparar el asesinato de Hayk Makuchyan.
Se condenó a Safarov a cadena perpetua (con posibilidad de libertad condicional después de 30 años) y debía cumplirla en una prisión húngara.
Las repetidas solicitudes de Ramil Safarov de ser trasladado a Azerbaiyán para cumplir allí la sentencia fueron rechazadas. Pero el ministro de Justicia húngaro finalmente aprobó que se fuera a Azerbaiyán en 2012.
Una denuncia del sitio web anticorrupción Átlátszó aseguró que el gobierno húngaro de 2012 cobró por el favor; y recibió US$7 millones para devolver a Azerbaiyán a Ramil Safarov, el asesinato del hacha.
Safarov se trasladó a Azerbaiyán el 31 de agosto de 2012 en virtud del Convenio del Consejo de Europa sobre el traslado de personas condenadas. Fue recibido como un héroe al llegar a Bakú.
Horas más tarde, el presidente Ilham Aliyev lo indultó, lo ascendió al rango de mayor, le concedió ocho años de atrasos salariales y le regaló un apartamento.
Toda esta historia provocó un escándalo internacional. Y en Azerbaiyán, las opiniones sobre el crimen de Safarov aún dividen aguas; para algunos es un héroe, y para otros, un criminal que deshonró a su país.
Con noticias de Sputnik Armenia – RFE/RL