El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, junto con el presidente Vahagn Khachaturian, el presidente de la Asamblea Nacional Alen Simonyan y los principales líderes del país visitaron el Complejo Conmemorativo Tsitsernakaberd con motivo del Día del Recuerdo del Genocidio Armenio.

Nuestra elección estratégica para la región es esta: ¿Tenemos la voluntad y la capacidad de desarrollar nuestra relación cuando las amenazas de seguridad existentes a nuestro alrededor aumentan por razones regionales o no regionales? Al darse cuenta de todas las dificultades y dificultades, nuestro gobierno decidió seguir el camino de encontrar una respuesta positiva a esta pregunta, porque solo así se puede garantizar la seguridad y el bienestar de Armenia.
Así consta en el mensaje del Primer Ministro Nikol Pashinyan, distribuido hoy, 24 de abril, con motivo del 108 aniversario del Genocidio Armenio en el Imperio Otomano.
El 24 de abril honramos la memoria de 1,5 millones de víctimas del genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano a principios del siglo XX, y hoy decenas de miles de ciudadanos marcharán hacia el memorial de Tsitsernakaberd, señaló el jefe de Gobierno.
“La marcha del 24 de abril es quizás el evento más significativo que predetermina nuestra realidad, un día excepcional para la reflexión sobre nuestra historia, pasado y futuro… Cientos y miles de obras se han escrito sobre las causas del Genocidio Armenio, muchas razones y motivos han sido revelados. En cuanto a la metodología para prevenir la repetición de tal crimen, depende en gran medida de nuestra comprensión de los conceptos de “estado” y “región”. Un Estado, sólo un Estado desarrollado y soberano, es capaz de garantizar la existencia y seguridad de nuestro pueblo” dice el mensaje.
En vísperas de la Primera Guerra Mundial, dos millones de armenios vivían en el Imperio Otomano. Alrededor de un millón y medio fueron destruidos durante el período de 1915 a 1923. El medio millón de armenios restantes estaban dispersos por todo el mundo, así surgió la diáspora armenia. En la actualidad, menos del 30% de todos los armenios étnicos del mundo viven en su patria histórica en la República de Armenia.

La sucesora del Imperio Otomano, la moderna República de Turquía, niega el hecho del genocidio, reaccionando con dureza al proceso de reconocimiento y condena internacional de este crimen y utilizando métodos de presión diplomática contra parlamentos y países enteros.
El primer decreto especial en el mundo reconociendo y condenando la tragedia de 1915 fue adoptado por el Parlamento de Uruguay (20 de abril de 1965). Leyes, resoluciones y decisiones sobre el Genocidio Armenio fueron posteriormente adoptadas por los parlamentos de los Estados Unidos, Chile, Austria, Chipre, Argentina, Canadá, Grecia, Líbano, Bélgica, Francia, Suecia, Eslovaquia, Países Bajos, Polonia, Alemania, Venezuela , Lituania y otros países.
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