El 26 de julio, el canciller de Armenia, Ararat Mirzoyan, dijo en la República Checa que espera «pasos prácticos» de la comunidad internacional para que obligue a Azerbaiyán a liberar a prisioneros de guerra y civiles armenios.

Tras el encuentro con la contraparte checa Jan Lipavsky,, el canciller Mirzoyan enfatizó en su discurso que casi dos años después del cese de las operaciones militares en Nagorno-Karabaj, los problemas humanitarios siguen sin resolverse.
El ministro Mirzoyan, en particular, planteó la cuestión de los prisioneros de guerra armenios.
«Azerbaiyán sigue reteniendo como rehenes a prisioneros de guerra y civiles armenios, utilizándolos como herramienta política. La política de destrucción y profanación del patrimonio cultural y religioso armenio en los territorios que pasan bajo el control de Azerbaiyán también es muy preocupante. En este sentido, esperamos una respuesta específica y pasos prácticos de la comunidad internacional”, enfatizó Ararat Mirzoyan.
El Canciller también señaló que las realidades creadas por el uso de la fuerza y las violaciones masivas de los derechos humanos no pueden crear una base estable para la paz y la seguridad en la región.
«Armenia anunció repetidamente su disposición para un diálogo constructivo libre de condiciones previas y retórica belicosa por el bien de la paz y el desarrollo estables en nuestra región», dijo el ministro Mirzoyan.
El 26 de julio, el Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia Ararat Mirzoyan, partió para la República Checa en una visita de trabajo, donde se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavsky, y el Presidente del Senado, Milos Wistrchil.
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