Siempre ha habido ciertos problemas en las relaciones entre Azerbaiyán e Irán, pero en caso de incidentes o acciones bilaterales contra Teherán, Bakú trató previamente de negar su participación en ellos. Sin embargo, actualmente está sucediendo lo contrario: Azerbaiyán está buscando la cooperación de todos los que tienen problemas con Irán para convocarlos, observó la analista Zhanna Vardanyan.

La experta señaló que incluso antes de los recientes acontecimientos en la región, se observaban períodos de tensión entre estos países con cierta frecuencia. La diferencia actual con las etapas anteriores de la escalada azerbaiyano-iraní es que esta tensión no está disminuyendo, sino más bien intensificándose, y las nuevas rondas de desconfianza mutua son provocadas principalmente por el liderazgo político-militar de la república transcaucásica más grande.
“Azerbaiyán, al parecer, solo está buscando una excusa para hacer varios tipos de declaraciones duras contra Irán. El incidente que tuvo lugar en la embajada de Azerbaiyán también se utilizó para este propósito: Bakú llamó a Irán un estado terrorista. Ahora se acusa a Irán de organizar un ataque contra un parlamentario azerbaiyano, se están revelando varias de las llamadas redes de espionaje iraníes y mucho más”, señaló Vardanyan.
En contraste, la posición de Irán es muy equilibrada y restringida. Incluso cuando la parte iraní lanza críticas o acusaciones, lo hace de manera muy equilibrada. Obviamente, Teherán está tratando de calmar las tensiones a través de la diplomacia, lo que no se puede decir de Azerbaiyán, señala el orientalista armenio.
Según Vardanyan, Bakú es el motor de esta tensión en las relaciones bilaterales. En este tema, Azerbaiyán siente un gran apoyo tanto de Israel como de Turquía. Azerbaiyán está tratando de involucrar a otros países occidentales, en particular a Estados Unidos, en su enfrentamiento con Irán, aprovechando las contradicciones existentes entre ellos.
Al evaluar la posibilidad de una guerra a gran escala contra Irán, el experto señaló que tales amenazas siempre han existido en el caso de una potencia chiíta, pero Teherán logró evitar tales situaciones tomando medidas competentes.

Actualmente, se están produciendo procesos activos en la región: Irán está tratando de mejorar las relaciones con los países árabes del Golfo Pérsico, principalmente con Arabia Saudita. Irán también está desarrollando relaciones con Egipto y otros países sunitas.
“Esto ya indica la posibilidad de aflojar el control sobre Irán. Mientras tanto, crecen los problemas cerca de las fronteras del norte de Irán, con Azerbaiyán”. afirmó la experta.
Cualquier acción real contra Irán solo puede tener lugar si las negociaciones sobre un acuerdo nuclear con Teherán finalmente fracasan, si Irán declara su intención de aumentar el nivel de enriquecimiento de uranio al 60% o más, esto conducirá a un aumento en la amenaza de un acuerdo nuclear. acuerdo, aunque sea una pequeña operación militar de Israel, cree Vardanyan.
Sin embargo, la analista está seguro de que Irán no seguirá este camino en esta etapa, y seguirá evitando un choque militar directo con sus oponentes geopolíticos, en cuya órbita se está arrastrando cada vez más a Azerbaiyán.
Tal y como apunta SoyArmenio, Bakú y Teherán se encuentran en una etapa de agudo enfrentamiento diplomático y alta tensión político-militar en las relaciones bilaterales.
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