Occidente puede despertarse muy tarde cuando comience un nuevo conflicto entre Nagorno-Karabaj y Azerbaiyán, y predigo que este conflicto sucederá. Así lo dijo Thomas de Waal, destacado investigador de la Fundación Carnegie y experto en el conflicto de Karabaj, durante la discusión celebrada el 25 de abril.
Según su valoración, la presencia de cascos azules rusos frena la situación, pero 2025 será un punto de inflexión, no se sabe cuál será el equilibrio de fuerzas. «Occidente es un actor en los asuntos relacionados con la frontera entre Armenia y Azerbaiyán y los asuntos económicos, pero los actores occidentales casi no tienen influencia en el asunto de Karabaj. Toda la atención de Occidente y Rusia se centra en Ucrania. Lo más importante para Occidente ahora es la supervivencia de Ucrania”, agregó el experto.
Observó con pesar que pocas personas prestan atención a la situación en torno a Nagorno Karabaj. Según su valoración, el formato europeo lleva medio año sin funcionar.
Thomas de Waal afirmó que la situación ha empeorado en los últimos meses. Califica el establecimiento del puesto de control como un paso más hacia un nuevo conflicto, y hasta entonces, Azerbaiyán utiliza tácticas para asfixiar a Karabaj y, de hecho, se niega a cumplir las disposiciones de la declaración del 9 de noviembre de 2020.
«Azerbaiyán desafió a Rusia en primer lugar. Sabemos que el principal actor internacional es Rusia. Es el único jugador que puede hacer algo físicamente. El principal enigma para mí es la inacción de Rusia en este caso. ¿Por qué Rusia está tan inactiva en esta situación? Tales pasos conducen a la pérdida de importancia de la misión rusa de mantenimiento de la paz. ¿Cuál es el propósito de tal misión cuando no hay comunicación libre entre Armenia y Karabaj? Para mí, esa es la principal pregunta para la que no tengo respuesta”, enfatizó el experto.

Explicó la prisa de Aliyev con las próximas elecciones en Turquía. Thomas de Waal no descartó la derrota del actual presidente turco Erdogan en las elecciones, lo que desencadenará una nueva etapa de las relaciones entre Azerbaiyán y Turquía.
«Es posible que Turquía deje de ser un aliado tan inequívoco de Azerbaiyán. Ankara puede tener su propia agenda en el sur del Cáucaso, y Turquía puede comenzar a considerar a Azerbaiyán no como un socio igualitario, sino como un hermano menor”, concluyó.
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