El 22 de junio, tuvo lugar en Ereván, cerca del edificio del Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades, una nueva acción de protesta por parte de grupos anti occidentales para pedir que los biolaboratorios entregados por los EE. UU, fueran desmantelados.
Varios manifestantes se pusieron máscaras de gas, exigiendo una investigación internacional sobre las actividades de los laboratorios biológicos estadounidenses y su cierre.
Los manifestantes realizaron una pequeña puesta en escena con máscaras que representaban al primer ministro Nikol Pashinyan y al multimillonario estadounidense George Soros .
Los activistas organizaron una protesta frente al Centro Nacional Armenio para el Control y la Prevención de Enfermedades (NCDC) en Ereván contra las actividades de los biolaboratorios en el país.
Miembros de la ONG KAMQ y del movimiento de liberación se encontraban entre los manifestantes encabezados por Ara Zohrabyan, quien encabeza el partido opositor Zartonk (Despertar).
Zohrabyan dice que ocho biolaboratorios financiados por el Departamento de Defensa de EE. UU. están operando en Armenia, incluso en las provincias de Lori, Shirak, Tavush y Syunik, lo que puede representar una grave amenaza para la seguridad de Armenia y la salud de los armenios.
Zohrabyan es conocido por sus tristes campañas de desinformación por el COVID durante la pandemia, quien dijo que las vacunas eran promovidas por la Fundación Soros para “manejar” a la gente.

Una preocupación más política que técnica
Mas allá de que el Ministerio de Salud de Armenia, asegurara en 2016 que no eran laboratorios para biotecnología y recordara que Rusia propiamente fue la que dotó a los mismos de equipos y mobiliario de laboratorio, los medios pro rusos siguieron escribiendo que eran laboratorios para armas biológicas.
La situación llegó a tal extremo, que en septiembre de 2018, el primer ministro Nikol Pashinyan declaró en una entrevista que pidió a especialistas rusos visitaran los laboratorios.
Luego, el jefe del Departamento de Seguridad Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores, Armen Edigaryan , dijo que los especialistas rusos realizaron una visita de estudio a los laboratorios ubicados en Ereván y Gyumri «para disipar las preocupaciones de la parte rusa».
Y cuando se anunció en octubre de 2019 que Armenia iba a dar oficialmente a Rusia acceso a los laboratorios, la embajadora de EE. UU., Lynn Tracey dijo que Estados Unidos no veía ningún problema en eso.

El año pasado, el 6 de mayo de 2021, los ministros de Relaciones Exteriores Ara Ayvazyan y Sergey Lavrov firmaron un memorando sobre bioseguridad. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Anna Naghdalyan, reafirmó que los laboratorios biológicos que operan en Armenia son de Armenia, controlados por organismos estatales y formado únicamente por ciudadanos armenios.
Luego, tras los anuncios de encontrarse laboratorios parecidos en Ucrania, volvieron a surgir las tesis de que Armenia poseía laboratorios que eran una amenaza para Rusia. Así el 17 de marzo, se llevaron a cabo consultas ruso-armenias en Moscú en un formato interdepartamental sobre la implementación de un Memorando de Entendimiento intergubernamental bilateral sobre cuestiones para garantizar la seguridad biológica.
Pero el tema volvió a redil público cuando el 6 de junio en una reunión del Consejo de la Asamblea Parlamentaria de la OTSC en Ereván, cuando el presidente de la Duma estatal Vyacheslav Volodin pidió a los países miembros tomar medidas para neutralizar la amenaza biológica militar causada por los biolaboratorios de EE. UU.
Inmediatamente Armenia le recordó a Rusia que tenia acceso total a los laboratorios y que no entendía el porque de los comentarios. Aún así, ofreció negarse a cumplir con la obligación de transferir al Departamento de Defensa de los EE. UU. las muestras de patógenos peligrosos recolectados en la república.